Un Miserere con fragancia en la iglesia del sagrario. Rosa Rico
Una intensa emoción que se vivió el sábado 24 en la Iglesia del Sagrario de la Catedral de Sevilla, con motivo de la interpretación del Miserere, obra de Eslava que, como saben, es de gran tradición en nuestra ciudad.
Un "Miserere con fragancia", fueron las palabras del Sr. Serrera que fue, durante muchos años, crítico musical de ABC. Un "Miserere vivo", decía una profesora de música aficionada a esta obra. La "Asociación Coral de Sevilla" que nació precisamente para interpretar esta obra y que la cantó durante más de cuarenta años fue sustituida en 2006 por el Coro de Amigos de la Maestranza.
Este año, con motivo del centenario del nacimiento de D. Hilarión, La Coral de Sevilla quiso rendirle merecido homenaje y con gran esfuerzo y dedicación puso en escena la conocida obra. Al frente, la batuta de un joven y valiosísimo José Márquez Pérez, que puso en pie a la abarrotada audiencia del Sagrario y de quien recibió un larguísimo y merecido aplauso.
Excelente interpretación de los solistas y de los niños de Los Palacios en el "Redde". Lágrimas en los ojos de muchos coralistas antiguos que, entre el público, vibraron con un Miserere "como los de hace 40 años", lleno de emoción e intensidad.
La polémica sobre el Miserere se repetirá cada año. Para unos es una obra intranscendente. Para otros, la tradición. Pero lo que no cabe duda que para la Coral de Sevilla es "su obra", la llevan en su corazón y eso se notó ayer en el Sagrario.
Foto: Rosa Rico