Vírgenes Fernandinas sevillanas (I)
Francisco Santiago. Ahora que de nuevo estamos recuperando la figura del Rey Fernando III el Santo, tal y como dijo en su pregón fernandino de 2007, Antonio María González-Pacheco y Vargas, nuestro Santo Patrón actuó más como pacificador que como conquistador.
Y como señas de su fe, la multitud de Vírgenes sedentes que acompañaron su viaje o que mandó realizar tras la conquista de Sevilla y que, con el paso del tiempo, siguen manifestando y despertando la misma devoción.
Ntra. Sra. de los Reyes
Comenzamos por la Virgen de los Reyes, patrona de la ciudad de Sevilla y su archidiócesis desde 1946, además de ser la primera coronada canónicamente en Andalucía (1904).
A pesar de tener su procesión y festividad el 15 de agosto, aún se mantiene la tradición desde las provincias de Cádiz y Huelva de venir a ver a la que fue también su Patrona. No en vano la diócesis de Sevilla se extendió a estas provincias por siete siglos.
La Imagen gótica que preside la Capilla Real catedralicia, está tallada en madera de alerce y mide 1,76 metros. De autor anónimo, debió de ser gubiada a mediados del siglo XIII, aunque en sus orígenes, el Niño en vez de en su regazo estaba sosteniéndolo CON SU brazo izquierdo.
Ntra. Sra. de las Aguas del Salvador
Coetanea y muy similar a la Virgen de los Reyes, fue la primera en procesionar bajo palio de tumbilla. Al igual que la Patrona, sostiene a su Hijo en el regazo y también es obra anónima del siglo XIII. Su nombre, según la leyenda, le viene por las rogativas que se hizo a la Virgen por la sequía y que propició la lluvia.
Tras periodos de olvido en su templo del Salvador y su reciente restauración por el IAPH, la Virgen ha vuelto a procesionar en Sevilla el 30 de mayo de 2007, acompañando a la imagen de San Fernando en el día de su onomástica.
Antaño tenía gran devoción, formándose una Hermandad que tuvo gran riqueza patrimonial, hoy extinguida. En 1972 fue la primera imagen que llevó cuadrilla de hermanos costaleros. Cuando vuelva en el 2008 al Salvador, será la Asociación Virgen de los Reyes la que se hará cargo de la imagen gótica.
Ntra. Sra. de los Reyes de San Clemente
Otra de las cuatro imágenes reales que San Fernando mando tallar para Sevilla y quizás la más desconocida de todas, a pesar de encontrarse en el sitio más fernandino y con más recuerdos del Rey santo, el Monasterio de San Clemente.
De la imagen gótica, anónima del siglo XIII y que cuenta la leyenda que fue donada al convento por el propio San Fernando, se conservan las manos y la cabeza, aunque se le pusieron ojos de cristal en fechas posteriores, quizás del barroco, al igual que el Niño y el busto. Mide 157 cm y tiene el lujo de ser vestida por las monjas cistercienses. En 1948 salió procesionalmente en conmemoración de los siete siglos de la Conquista de Sevilla.
Nuestra Señora de los Reyes de San Ildefonso
Más conocida como la Patrona de Los Sastres, el original gótico fue muy reformado en el siglo XIV, siendo el Niño realizado en el barroco sevillano. Tuvo su primer asentamiento en el Hospital de San Mateo Evangelista, en plena Alfalfa, donde se estableció el gremio de alfayates.
La Virgen ha participado en multitud de procesiones, incluyendo la canonización de San Fernando, fiestas de la Purísima y traslado de los restos a la urna de plata del monarca. También tenía el privilegio de hacer guardia a los restos del monarca en el día de San Clemente. Pasó por San Nicolás, el convento casa Grande de San Francisco e incluso viajó a Zaragoza en 1954.
Su anual procesión vespertina recuperada en el mes de septiembre va tomando cada vez más auge entre los sevillanos.
Ntra. Sra. de Valvanera
Cuando San Fernando llegó a Sevilla acompañado por nobles castellanos, cuenta la leyenda que vino rodeado de imágenes marianas de las diferentes regiones. Una de ellas era Ntra. Sra. de Valvanera, directamente de La Rioja.
Estos castellanos riojanos se establecieron en la collación extramuros de del monasterio benedictino de San Benito, presidiendo la Titular el Altar mayor desde aquellos tiempos. Desde 1725, cuenta con hermandad propia, siendo el arzobispo Salcedo su primer hermano mayor.
También de origen gremial, en este caso de los mercaderes de paños y lencería, en 1855 la Hermandad se Traslada a a San Alberto, para intentar dejar los extramuros y al no lograr traerse a la Titular, realizaron otra que aún se puede contemplar en la céntrica iglesia junto al Oratorio de San Felipe Neri.
En 1875 volvió a resurgir la primitiva Hermandad del templo de San Benito, que desde 1884 quedó establecida como Congregación de Señoras. Desde 1992 la Virgen recorre anualmente su barrio de La Calzada.
Continuará...
Bibliografía:
Martínez Alcalde, Juan. Sevilla Mariana. Guadalquivir Ediciones.
Martínez Alcalde, Juan. Hermandades de Gloria de Sevilla