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Provincia. Una mirada a las Glorias de la provincia: Santa Marta de La Algaba


 J. A. de la Bandera. El 29 de julio, festividad de Santa Marta, el pueblo sevillano de La Algaba vive desde el amanecer la onomástica de su Patrona. Desde por la mañana diversas actividades se desarrollan por todo el pueblo para ya en el ocaso del día veamos por las calles algabeñas a su Patrona Santa Marta que a su vez es patrona de la Hostelería.

La Imagen de Santa Marta es una espléndida obra del siglo XVIII, con amplios ropajes y rostrillo monjil, con cierto aire abacial que nos hace dudar si el artista quiso hacer una abadesa de mo­nasterio aunque luego se le dio el título de Santa, lleva en sus manos el acetre y el hisopo en plata.

La salida de la Parroquia de Ntra. Sra. de las Nieves tiene lugar a las nueve en punto por la puerta que da a la Plaza de España donde parte del pueblo algabeño la aguarda, al arriarse el paso comienza el recuperado toque del “Clarín” desde las cuatro caras del campanario de Santa María de las Nieves.

 Al finalizar esta recuperada tradición, numerosos niños y niñas recogen los caramelos que tiran desde el campanario los mozos algabeños para honrar a su Patrona.

Al llegar a la Capilla de la Hermandad de Ntro. Padre Jesús Nazareno y Ntra. Sra. de los Dolores “Jesús”, se pide silencio, el Coro de Campanilleros de Santa Marta canta una Solemne Canción a la Hermandad de Jesús y a Santa Marta para una vez finalizada empezar a llover desde el cielo algabeño numerosos céntimos de euros, bendecidos por Ella, por la Patrona Algabeña, pues dice la tradición que quien posea un céntimo de euro de Santa Marta, tendrá suerte durante ese año en todos los aspectos cotidianos.

Finalizada esta lluvia de euros, (nunca mejor dicho), vuelve a sonar el “Clarín” desde el Campanario de la Capilla de Jesús y se despide a todas las Hermandades del Pueblo en este punto, continuando Santa Marta su recorrido en su pasito de alpaca plateada con guardabrisas en las esquinas del mismo metal buscando de nuevo su templo.

          

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Fotos: J. A. de la Bandera










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