Un año junto al rostro restaurado del Señor del Gran Poder
Eduardo Fdez. López. 28 de julio de 2006 en Sevilla. Ese día pasara sin duda a la historia de los cofrades sevillanos, muchos de los cuales se levantaron pensando que iba a ser un día de recuerdos, el día en que volverían a verlo tras casi un mes de ausencia.
¿Un mes sin el?, ¿es mucho verdad?, ya falta menos, todavía no son las siete de la mañana de un caluroso día de julio y hay cola en San Lorenzo, los recuerdos nos llevan en ese momento a los días previos a la Semana Santa, aunque hoy es un día distinto, hay dudas en el ambiente y los fieles se preguntan, ¿cómo estará?, ¿estará muy cambiado?, ¿estará muy blanco?, solo algunos lo habían podido ver el día anterior o los que ya habían pasado por algún kiosco y habían visto su rostro en las portadas de todos los periódicos.
Son las siete y media y se abren las puertas de la Basílica, allí estaba el, en el altar, solo sin tapiz y sin nada que desviara la vista hacia su rostro, si, era el, el Señor del Gran Poder, el Señor de Sevilla restaurado.
El Señor seguía siendo el mismo, pero la imagen que inició Juan de Mesa y con casi cuatro siglos de vida, es ahora más juvenil, más aclarado, dando la impresión de una cara más estilizada y con menos dolor y sufrimiento.
Muchos comentarios se escuchan por Sevilla, la gran mayoría alabando el trabajo realizado por los Hnos. Cruz Solís e Isabel Pozas, pero el Gran Poder era ahora “El Gran Poder de nuestros abuelos”.
Días más tarde, nuestro compañero Joaquín Corchero con este titulo escribía: “La mayoría de lo visitantes que leéis esta web habéis sido acompañados de la mano de vuestros seres más querido a subir la escalera que nos lleva al cielo para darle un beso en su talón derecho, nuestros abuelos, fieles a sus devociones pasionales, nunca le ha faltado esa estampa que los viernes del año le daban al besarle al Señor el pie, una foto que para sus hijos será la nueva rama del árbol por el cual brotar para poder llegar a esta nuestra generación.
Ellos a veces, sabios en la materia, nos educan en este mundo tan pequeño pero que a su vez es grande, el valor de la fe cristiana trasladado al punto de mira de esta nuestra Semana Santa. Al igual que nos daban dinero para golosinas también nos daban valores, aunque sin uso de razón por nuestra corta edad, despreciábamos, cuando uno es consciente y su razón manda es la que hace ver lo que su abuelo le enseñó y ahora el nieto es el que de la mano y de un bastón lo lleva a sus plantas, para pedirle esa fuerza necesaria que en ellos hace mella.”
Uno de nuestros abuelos, devotos del Gran Poder y sentado en un banco mirándolo, le decía a su nieto, "Ahí ves al Gran Poder que yo conocí".
Como recuerdo de aquel día, Arte Sacro les quiere volver a mostrar una amplia galería de fotos realizadas por parte del equipo de este portal cofradiero que no se quiso perder como el Gran Poder, el Señor de Sevilla, se nos presentaba restaurado en su besamanos extraordinario ofreciéndonos una bella estampa que muchos no conocíamos.
Hoy, seguro que muchos cofrades, sevillanos y no sevillanos peregrinaran hasta la Basílica recordando aquel día, allí estará Él, esperando que le beses su talón junto a su madre del Mayor Dolor y Traspaso en recuerdo de aquel maravilloso día, 28 de julio de 2006.
Fotos: Francisco Santiago, Juan Alberto García Acevedo, Joaquín Corchero y Eduardo Fdez. López.