Provincia. Una mirada a la provincia: La hermandad del Cristo del Perdón de La Puebla del Río
Eduardo Fdez. López. La Puebla del Río, localidad sevillana que como su propio nombre indica levanta sus cimientos a la vera del río, en la propia vega del Guadalquivir y a las puertas del Aljarafe.
Una localidad que al llegar septiembre se vuelca con su patrona, la Virgen de la Granada pero que a su vez siente absoluto fervor por su Semana Santa.
Toda una semana grande que se concentra en una sola hermandad, la Real, Antigua y Fervorosa Hermandad y Cofradía de Nazarenos de los Siervos del Santísimo Cristo del Perdón y María Santísima de los Dolores y en la que podemos observar los numerosos tesoros que esconden las hermandades y cofradías de la provincia de Sevilla.
Esta hermandad, aunque reorganizada en 1966, su fundación parece remontarse según algunos documentos al siglo XVI.
Aunque tiene su sede canónica en la iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Granada, las sagradas imágenes son trasladadas varios días antes de Semana Santa a la capilla de San Sebastián, desde donde realizan su estación de penitencia el Viernes Santo.
La hermandad realiza su estación de penitencia con dos pasos, en el primero, de madera de caoba procesiona el Cristo del Perdón, una antigua talla de autor desconocido del siglo XVI, posiblemente de la escuela sevillana y de tamaño menor al natural.
Lleva esta imagen un sencillo sudario curiosamente dorado, esta tonalidad fue descubierta en una de sus restauraciones ya que durante bastantes año ha estado pintado de blanco según las costumbres de la época e intentado imitar las características de otros crucificados de estilo barroco.
En el segundo de los pasos, el clásico paso de palio sevillano con candelería de Manuel de los Ríos, varales de orfebrería Villarreal y bambalinas de terciopelo azul bordadas en el taller de la corporación entre otros enseres, es procesionada la venerada imagen de la Virgen de los Dolores.
Esta dolorosa fue realizada en el siglo XVIII y procede de la escuela granadina, de gran belleza y acentuado rostro doloroso esta considerada como una de las grandes dolorosas procesionales de toda la provincia.
Aparte de la estación de penitencia, la hermandad realiza otros cultos a lo largo de año, tanto cuaresmales en honor de sus titulares o fuera de este tiempo como el solemne triduo en honor de la Virgen a celebrar los días previos a la festividad de los Dolores Gloriosos, aparte también de las numerosas actividades asistenciales llevadas a cabo por sus más de mil hermanos.
De todos ellos, acompañan a sus titulares el Viernes Santo cerca de 500, vistiendo túnica y capa blanca con capirote azul.
Fotos: Eduardo Fdez. López