Madre de Dios de las Lágrimas
Francisco Santiago. Como mis compañeros de equipo les han mostrado una buena galería de fotos del besapiés al Crucificado de la Exaltación, yo me voy a centrar en la imagen de la Dolorosa de las Lágrimas, que ocupaba junto a San Juan, un lugar más que preferente en el magno altar de cultos que ha diseñado la priostía.
La situación “oficial” en la sede temporal parece que se va asentando, lo que implica igualmente que la priostía vuelva a ejercer como tal y demostrar que, más allá de la comprensión y de la propia lógica que nos indica que a la Madre de Dios y a su hijo no le hacen falta abalorios para captar la oración, si a esto sumamos un exquisito gusto en el montaje de los altares de este año 2009, podemos asegurar que volvemos a décadas pasadas en cuanto a esplendor.
La Madre de mirada baja, sujeta en sus manos la corona de espinas para aliviar, al menos momentáneamente tanto dolor en su hijo, San Juan la consuela y mima, mientras que su hijo parece adoptar posturas imposibles para ver el rostro de María.
Y el año que viene nos prometen mejores resultados… Felicidades y ¡que así sea!
Fotos: Francisco Santiago