Sobresaliente Cum Laude por unanimidad para la tesis “La actividad física del costalero sevillano. Hábitos y costumbres”
Arte Sacro. Tal y como ya anunció este portal cofradiero, el pasado viernes día 20 de febrero tuvo lugar en la Sala de Juntas II del Rectorado, la defensa pública de la tesis doctoral titulada "La actividad física del costalero sevillano. Hábitos y costumbres”, de la que es autor Juan Gavala González. Esta tesis doctoral, dirigida por los profesores doctores José Díaz García y Manuel J. Porras Sánchez (Universidad Pablo de Olavide), ha obtenido la calificación de Sobresaliente Cum Laude por unanimidad.
Juan Gavala González, maestro, licenciado y doctor en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte. Profesor de la Facultad del Deporte de la Universidad Pablo de Olavide. Miembro del Observatorio del Deporte de Sevilla y del Centro de Estudios Deportivos de Dos Hermanas. Autor de varias monografías y capítulos de libro relacionados con el estudio de hábitos físicos, deportivos y saludables.
Introducción al tema del estudio
La Semana Santa como acontecimiento religioso, cultural, histórico, artístico, social ha sido el epicentro de muchas publicaciones de cada una de estas ramas del saber; sin embargo ninguna de ellas trataron nunca la figura del costalero como tal, ya que hasta la década de los setenta y de los ochenta del siglo pasado, el costalero fue una persona anónima que carecía de importancia, y que era considerado alguien digno de lástima, como destacan muchos autores.
Sin embargo, gracias a la composición de la primera cuadrilla de hermanos costaleros que sacaron al Cristo de la Buena Muerte en la primavera de 1973, la ciudad de Sevilla sufre la eclosión del fenómeno costalero. A partir de este momento, muchos son los hombres que quieren participar, disfrutar y “sufrir” llevando a sus imágenes sagradas por las calles de nuestra ciudad, lo que provoca una consideración diametralmente opuesta a la anterior. Ahora, estos hombres empiezan a ser considerados mucho más positivamente, hasta el punto, que como señala Santiago (2003) “el costalero actual se siente orgulloso de serlo y presume de dicho honor”.
Este movimiento costalero hizo que los antiguos, también llamados profesionales, que provenían de trabajos donde el esfuerzo físico era una constante (estibadores del puerto, tejareros, areneros, obreros portuarios, mercados de Abastos, Fábrica de Tabacos, hornos de cal, alfareros y del muelle de la sal, trabajadores de las fundiciones, cargadores de los mercados), dejaran su sitio bajo las trabajaderas a hombres cuyas costumbres eran mucho más sedentarias y cuyas condiciones físicas no eran tan buenas como las de los otros para soportar este esfuerzo. Esto hizo que no tardaran en empezar a aparecer lesiones y problemas físicos, provocando la curiosidad de médicos, fisioterapeutas, y otros profesionales de la salud, y con ello, la proliferación de estudios sobre el costalero y sus lesiones, e incluso se han celebrado congresos en torno a este personaje, pero, la mayoría de ellos desde el punto de vista médico y de las posibles lesiones y la forma de rehabilitarlas.
Sin embargo, desde las Ciencias del Deporte, pocos han sido los que han hecho un esfuerzo por conocer y estudiar más este mundo de capataces y costaleros existiendo muy pocos estudios desde esta perspectiva. No obstante llama la atención que los pocos que existen hacen referencia a otras ciudades o provincias andaluzas pero no a Sevilla.
Por tanto, el propósito de este estudio es dar a conocer la figura del costalero visto desde las Ciencias del Deporte; no desde el punto de vista de lesiones, su sintomatología o cómo rehabilitarlas, sino conocer cómo es el perfil del costalero, cuales son sus hábitos (físico-deportivos, alimenticios, etc.) que llevan a cabo tanto durante todo el año como durante la Cuaresma y la Semana Santa , incidiendo de manera exhaustiva en conocer cuál es su preparación física para esta gran tarea sin la que la Semana Santa no sería la misma. Así mismo, hemos propuesto nuestras soluciones para prevenir las lesiones antes de que aparezcan y, de este modo, aportar nuestro granito de arena a Sevilla y a su Semana Santa.
Metodología
Los objetivos generales que guiaron el conocimiento de los hábitos y costumbres del costalero sevillano se desgranan en otros más específicos que fueron los siguientes:
1. Conceptualizar el término de costalero.
2. Conocer el perfil del costalero actual.
3. Indagar sobre los motivos que hacen que un hombre quiera ser costalero.
4. Analizar la actitud del entorno ante la decisión de salir de costalero.
4. Conocer la edad del debut y la percepción de la retirada
5. Averiguar si se considera la Estación de Penitencia un esfuerzo físico importante.
6. Conocer qué preparación física realiza el costalero antes de Semana Santa.
7. Descubrir la preparación física que realizan los costaleros al margen de los ensayos.
8. Obtener información sobre la práctica deportiva habitual del costalero.
9. Examinar hábitos preventivos del costalero tales como la autopercepción de salud, autovaloración de la condición física y la asistencia a una consulta médica y consideración de la necesidad de pasar dicho reconocimiento médico
10. Estudiar los hábitos alimenticios del costalero.
11. Conocer los hábitos saludables del costalero en relación a la ingesta de bebidas antes del ensayo y durante la estación de penitencia y al consumo de tabaco tanto de manera habitual como el día de la estación de penitencia.
12. Establecer perfiles diferenciadores en función del día de la Semana Santa en el que sale de costalero, del tipo de hermandad, la edad, el nivel de estudios, la ocupación laboral, lugar de residencia, años que llevan siendo costalero y práctica deportiva.
Cobertura de la investigación
La población objeto de estudio está formada por los costaleros que componen las diferentes cuadrillas de cada una de las hermandades sevillanas que debían realizar su estación de penitencia a la Santa Iglesia Catedral durante la Semana Santa del año 2008.
El total de costaleros que existe en nuestra Semana Santa es difícilmente calculable ya que el salir en una hermandad no es restrictivo de salir en otra.
Para estimar la población de los costaleros sevillanos se hace necesario conocer el número de costaleros que conforman las diferentes cuadrillas de cada una de las hermandades. Cada una de estas hermandades facilitó los totales de costaleros distribuidos en cuadrillas de cada paso (misterio, de Cristo y palio).
Al ser la población objeto de estudio tan numerosa, el tantear a todos los individuos que la componen se convierte en una labor harto complicada y casi imposible. Para ello recurrimos a unas técnicas estadísticas que reducen este número en otro menor, denominado muestra. En ella se encuentran representados todos y cada uno de los individuos de la población por lo que es posible extrapolar la información recogida a toda la población. Para ello es necesario que la muestra sea lo suficientemente amplia que permita validar los resultados obtenidos con un error muestral pequeño y un nivel de confianza alto. En nuestro caso la muestra ascendió a 1.400 sujetos, por lo que asumimos un error muestral del +2,39% y un nivel de confianza del 95.5%
El procedimiento de muestreo utilizado ha sido polietápico con afijación proporcional, recurriendo a dos tipos de muestreo: el muestreo aleatorio estratificado y el muestreo aleatorio por conglomerados.
Con respecto a las técnicas de obtención de datos, se realizó una extensa y concienzuda revisión bibliográfica de la temática de los hábitos en general (físico-deportivos, saludables, nocivos, etc) y de la figura del costalero en particular, si bien es cierto que las pocas investigaciones sobre dicho personaje de la Semana Santa son de tipo sociológico, médico o fisioterapeutico.
Para la recogida de datos se diseñó un cuestionario denominado “Estudio sobre el costalero sevillano” que se pasó de manera autoadministrada en presencia de un aplicador durante la Cuaresma de 2008, entre el 6 de febrero y el 9 de marzo de 2008, de Miércoles de Ceniza y Domingo de Pasión, respectivamente. Para llevarlo a cabo los encuestadores se desplazaron al lugar de ensayo de las distintas cuadrillas que participaron en la investigación. Una vez allí, se presentaban a los capataces y aguardaban la orden para pasar los cuestionarios de manera autoadministrada con aplicación masiva. Una vez cubierta la cuota prevista para ese día, Juan Gavala, responsable de la investigación, era el encargado del control y el seguimiento de las entrevistas que se habían realizado desechando los cuestionarios incompletos y/o incongruentes.
Por último, respecto a las técnicas de análisis de datos señalar que se recogieron los datos en Excell y una vez depurados y tabulados se procedió a su análisis estadístico a través del paquete informático SPSS para Windows en su versión 16.0 el cual posibilita un análisis descriptivo, basado en la distribución de frecuencias, y uno inferencial que intenta establecer relaciones de asociación entre dos o más variables.
Resultados
Con los resultados obtenidos podemos hacernos una idea de cómo es el costalero sevillano, sin perder de vista que estamos hablando de probabilidades y no describiendo a una persona en concreto. En otras palabras, que el costalero que a continuación describimos es el que reúne las características más probables.
El costalero sevillano, a lo largo de la Semana Santa , realiza una o dos estaciones de penitencia a la Santa Iglesia Catedral, y lo suele hacer como costalero de hermandades que, normalmente tienen su Templo relativamente cercano al Templo Catedralicio (de corto recorrido), y que salen entre el Domingo de Ramos y el Viernes Santo, sin incluir la Madrugá.
Con respecto a su edad, suele tener entre veintiuno y treinta y cinco años, y empezó a ser costalero, con el beneplácito de su entorno, cuando tenía entre los dieciocho y los veinte años, por lo que lleva siendo costalero entre seis y diez. Sale de costalero fundamentalmente por devoción y por afición, por este orden, y no tiene pensado retirarse por el momento, es más cree que será costalero “hasta que el cuerpo aguante”.
En cuanto a su vida podemos decir, que normalmente, suele tener estudios secundarios o superiores, es empleado por cuenta ajena, su trabajo es más bien sedentario y vive en Sevilla.
Por otro lado, sobre el esfuerzo físico que realizan estos hombres hemos llegado a las siguientes conclusiones:
La carga que soporta el costalero ronda los 35 kg , aunque este peso va a depender mucho del tamaño del paso y del número de hombres que calza así como de otras variables como la inclinación de la calle, el tiempo que dure la estación de penitencia y/o de chicotá, e incluso de los costaleros que lleve a su lado (su nivel de sacrifico, experiencia, etc), lo que provocará que esta carga sea mayor o menor. Sea como fuere, el 90% considera la estación de penitencia un esfuerzo muy o bastante importante.
En relación al número de relevos que tienen los costaleros, éste va íntimamente ligado a la distancia del recorrido, aunque, la mayoría de los costaleros sevillanos afirma tener mínimo cuatro, y la mayoría afirma que sus relevos duran entre 45-60 min. y empiezan a ensayar 2 meses antes de la Semana Santa y suelen asistir siempre ya que si no puede perder su hueco en la cuadrilla.
Con respecto a la finalidad de los ensayos, los costaleros observan dos finalidades primordiales: la preparación física y mejorar el andar de los pasos, a las que los capataces añaden la socialización: “volver a verse las caras, conocer a los nuevos”
En cuanto a la preparación física, el 63,1% de los costaleros afirman hacer una preparación física general para salir de costalero. Sin embargo, la gran mayoría entienden por dicha “preparación física” actividades como practicar deporte, andar o correr, por lo que más que una preparación lo que podemos considerar es que realizan una práctica deportiva habitual. Por tanto, sólo dos de cada diez costaleros sevillanos (20,86%) realiza una preparación que podemos considerar adecuada al esfuerzo que supone una estación de penitencia (realizan actividades en el gimnasio o tablas de gimnasia por su cuenta). Y decimos que “podemos considerar” ya que no conocemos en qué consisten estas actividades,
Poco más de la mitad de los costaleros afirman que realizan un calentamiento, y algo mayor es el número de los que piensan que el calentamiento es muy importante a la hora de preparar al cuerpo para el esfuerzo posterior y prevenir lesiones. Dichas afirmaciones contrastan con la bibliografía existente y nuestra propia observación, que nos demuestra que, la cantidad de los que realmente llevan a cabo un calentamiento, son una minoría.
Con respecto a la realización de estiramientos tras el ensayo, siete de cada diez declaran no realizar ninguno.
Además de estos resultados hemos obtenido otros sobre los hábitos deportivos, alimenticios y nocivos de los costaleros tanto durante la Semana Santa en particular como durante todo el año en general, cuando son un ciudadano anónimo.
Conclusiones y propuestas de actuación
Los diferentes estudios que existen muestran que los ensayos no son una preparación física para la estación de penitencia ya que no se corresponden con ella ni en tiempo de esfuerzo (chicotás), ni en el de descanso (“con el paso arriao”), ni en la carga, ni en el número de levantás.
Por esto muchos autores han recomendado la realización de un entrenamiento o preparación general y planificada paralela a los ensayos que esté orientada a aumentar su rendimiento bajo las trabajaderas disminuyendo la aparición de la fatiga y las temidas lesiones, de modo, que los costaleros puedan realizar un trabajo mayor, mejor y durante más tiempo. Pero este entrenamiento no debe ser uno cualquiera, ya que como señalan distintos autores “debe tener en cuenta las características propias de la actividad costalera” y, todos sabemos que en ningún gimnasio se realizan preparaciones físicas que potencien la musculatura implicada en esta actividad y de la manera que ésta es solicitada, por lo que se podría minimizar aún más la cifra anterior.
Algunos autores han propuesto entrenamientos más o menos desarrollados, pero que no han llegado a la población interesada (los costaleros) por haberlo hecho en foros especializados y no haber llevado una aplicación práctica.
Por otro lado, hemos comprobado en nuestro estudio como sólo dos de cada diez costaleros de Sevilla lleva a cabo un entrenamiento que le puede servir de preparación para el trabajo que habrá de realizar durante la estación de penitencia.
Por lo tanto…
Propuesta
La fundación de un CENTRO DEL COSTALERO cuya labor sea aglutinar todas las investigaciones que desde los distintos ámbitos de la ciencia tengan por objeto esta figura de la Semana Santa
Y dentro del mismo, crear un Centro de Preparación Física del Costalero cuyos objetivos serían:
• Valorar el estado de salud del costalero.
• Proponerle un entrenamiento adecuado a la tarea que va a realizar y a sus propias características, así como indicaciones multidisciplinares desde los ámbitos de las Ciencias del Deporte (entrenamientos) de la Salud (consultas médicas, tratamiento de posibles lesiones, dieta más adecuada)
• Dotar de un espacio físico para posibilitar a estas personas la realización de dicho entrenamiento que estará supervisado por personal cualificado.
• Sensibilizar a este colectivo de la importancia de la realización de un pequeño calentamiento antes del esfuerzo así como unos estiramientos después del mismo.
Este Centro de Preparación Física del Costalero vendría a complementar la labor que viene realizando desde hace varios años el Centro de Atención al Costalero, ya que mientras que el primero se encargaría de la prevención y de poner todos los medios para que no aparezcan las lesiones, el segundo se encargaría de tratar a los costaleros que han sufrido una lesión. De este modo conseguiremos cubrir en hueco que lleva muchos años abierto y hacer bueno el proverbio popular: “mejor prevenir que curar”.
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Fotos: Juan Alberto García Acevedo / Francisco Santiago.