Opinión. Juan Palomo, yo me lo guiso y yo me lo como
Francisco Santiago. Uno que lleva ya años deambulando por los bajos de las hermandades, se ha encontrado con toda clase de extrañezas, feos y actos de todo tipo, pero jamás nos había ocurrido lo acaecido el pasado sábado 14 de marzo, donde el dicho “Juan Palomo, yo me lo guiso y yo me lo como” pasó de ser una leyenda urbana a una realidad pura y dura.
Nos citan a las nueve de la noche en el Centro Cultural Don Cecilio para el acto de presentación del Cartel de la Hermandad del Cristo de la Corona, para el cual una foto de Juan Alberto García Acevedo había sido designada y el que suscribe hacía las veces de presentador.
Nos sientan en un lugar apartado de la junta y afines, aunque he de reconocer que era buen sitio con respecto a las vistas del escenario. Lo peor viene cuando, a pesar de las bandejas de “jamón y queso” que pululaban por el lugar, nadie de la organización se percató que tenían “invitados” y a las once y diez de la noche aún esperábamos algo que nos recordara que estábamos allí, reitero, invitados y participando del acto.
No quiero entrar en más detalles escabrosos, porque tendría que poner nombres propios como el del ex capataz, que no se le ocurre otra cosa que decir que “esto no es una freiduría”. Y yo le contesto desde aquí: “Ni nosotros tus retratistas ni podemos permitirnos perder el tiempo en ver como te pones morao, ¡No te fastidia, el sacapasos!"
Yo que he visto y vivido ya tantas sandeces, incongruencias y desatinos en este submundo, no voy a hacer más leña del árbol caído, pero no deja de pasar por mi mente aquella canción del grupo “Parálisis Permanente” llamada Autosuficiencia que decía: Me miro en el espejo y soy feliz y no pienso nunca en nadie más que en mí. Leo libros que no entiendo más que yo; oigo cintas que he grabado con mi voz. Ahora soy independiente, ya no necesito gente, ya soy autosuficiente al fin!!
Y para terminar, dedicado a los que se sientan aludidos, un refrán para que lo tengan en cuenta para años venideros: “Una y no más… Santo Tomás.”
Foto: Francisco Santiago.