Provincia. Jueves Santo en Pilas: la mañana
Pilas Cofrade. En el compás de un Miércoles Santo sin Cofradía en nuestro pueblo, aunque sí con un paso en la calle pues nuevamente y tristemente el paso de Jesús Cautivo volvió a salir a las calles de Pilas pero esta vez desmantelado y no portado por costaleros sino por un camión que lo trasladaría al almacén donde la Asociación guarda todo el año los pasos procesionales, llegamos a la jornada del Jueves Santo.
El Jueves Santo en Pilas es sinónimo de "Día Grande", como marca la tradición "lució más que el sol" al igual que luciría como una radiente estrella en la noche la gran protagonista de la jornada, nuestra Madre de Diós de Belén Coronada, la Patrona de los pileños que volvió a procesionar por las calles de su pueblo en su paso de palio.
Todo comenzó desde bien temprano en el corazón de la población, la plaza de Belén, donde se levanta la Ermita de la Santísima Virgen y donde radica la Venerable y Real Hermandad y Cofradía de la Santa Vera Cruz, Madre de Dios de Belén y Santiago Apóstol.
Durante la mañana tiene lugar por parte de la Cofradía de la venta de las tradicionales "Calabacitas del Niño Dios", una tradición de la que se desconoce su origen y significado pero que forma parte de la Semana Santa de Pilas y del Jueves Santo.
"Las Calabacitas del Niño Dios" son calabazas troceadas y confitadas presentadas en tarrinas y que se adquiren, al igual que otros recuerdos de la Hermandad, durante esta mañana para colaborar en sufragar los gastos de la procesión. Se las denomina del "Niño Dios" porque es la imagen del Niño J esús de la Hermandad quien preside la venta de estas calabazas vistiendo la túnica de nazareno de la Cofradía.
Las imágenes aparecieron dispuestas en sus pasos procesionales llamando poderosamente la atención el precioso conjunto del paso del Crucificado de la Vera Cruz que este año finalizó su talla, siendo el proyecto estrella de esta Hermandad en los últimos años y que poco a poco se está consiguiendo esta magnífica obra de talla procesional, al igual que obra de arte es el Crucificado de Buiza del año 1972, portentosas imagen la de nuestro Cristo de la Vera Cruz.
La Señora de Belén tiene el encanto y la magia de presentarse ante los pileños de "dolorosa" y no "gloriosa" como estamos acostumbrados a verla durante el resto del año. Para los que no conozcan Pilas ni su Semana Santa, hemos de decir que la Santísima Virgen de Belén es una obra anónima, fechada a finales del siglo XVI y es una Virgen de Gloria con su Niño Dios en brazos, adecuándose a los tiempos litúrgicos; así la vemos en la Navidad en su portal de Belén, durante la Cuaresma viste de hebrea y cambia su Niño por la corona de espinas y un pañuelo para esas lágrimas que no afloran y en Semana Santa aparece de Dolorosa majestuosa bajo su paso de palio, con sus galas de Jueves Santo y el color característico del día y el de su Hermandad, el blanco y el azul, aunque durante muchos años la saya de tisú blanco de Carreritas fue alternada con una magnífica saya de talleres del Olmo en terciopelo rojo hasta que en 2001 se estrenase la actual y desde entonces viene siendo la que luce cada Jueves Santo, aunque animamos a que se recupere en alguna ocasión la roja.
La Hermandad anfitriona recibió la ofrenda floral de las representaciones de las distinas Hermandades de la localidad y de la corporación municipal, al igual que la visita de decenas de pileños que no quisieron perderse la visita a las imágenes en esta esplendorosa mañana belenera, preludio de una magnífica tarde-noche al más puro "Jueves Santo pileño"
Fotos: Manuel Rodríguez Cuesta