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Fragmento del Pregón de 1993. José María Javierre Ortas, Pbro.


 Nuestra Señora de Consolación, Madre de la IglesiaEl Pregón de la Semana Santa de 1993 tuvo lugar el domingo 28 de marzo en el Teatro de la Maestranza por primera vez, siendo presentado el pregonero por don Jaime Bretón Besnier, Teniente de Alcalde Delegado de Fiestas Mayores. La Banda Municipal interpretó las marchas "La Madrugá" y "Amarguras". Por lo que respecta al pregonero, era un sacerdote cofrade de la Sed. Por ello, el fragmento que seleccionamos es el dedicado a Nuestra Señora de Consolación, Madre de la Iglesia:

Una Virgen derecha, erguida, mujer fuerte de la Biblia: María de Consolación y Madre de la Iglesia, el pañolito de consuelo, en una mano y la navecilla en la otra, nave simbólica de nuestras naves personales y de la existencia colectiva como pueblo de Dios caminante en la historia. Añadieron un inevitable toque sevillano. Nuestras vírgenes señorean las calles bajo preciosos palios que les prestan honor y elegancia. Los jóvenes de Nervión quisieron ponerle a su Virgen "cielo de Sevilla" bajo el palio: Pidieron a su escultor que diera celeste color azul a los ojos de María "muy normal –dijeron ellos– entre las mujeres judías". Jamás olvidaré aquella mañana de septiembre de 1969, cuando todavía cofrades de Hermandad sólo parroquial, los chicos de Nervión pasearon a la Señora para que tomara posesión del barrio: El rosario de la aurora más largo de mi vida, pues lo recitamos completo diez veces, ¡cincuenta misterios, cincuenta decenas del rosario! Sin fatiga, esquina por esquina, calle por calle. A punto de cumplir sus bodas de plata, la Hermandad de la Sed porta gozosamente su Virgen de Consolación de cuya mano pende con hilo muy fino la barquita de la vida: Pido a la doncella nazarena de ojos azules, como quizá serían los suyos en Palestina, que mantenga firme nuestra ciudad mientras nos balanceamos sobre las olas azarosas de final de siglo: Que ponga a Sevilla en ruta bonancible cara a los tiempos que vienen, y nos ayude a conseguir una ciudad armoniosa, próspera, venturosa, risueña y honrada.

Foto: Francisco Santiago










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