Los Otros Cristos de Sevilla. Manuel Enríquez Becerra

En la web de Arte Sacro hay una página que te habla de los otros Cristos de Sevilla. Y yo en estos renglones voy a comentar de los Cristos vivientes que tiene Sevilla en las puertas de sus Iglesias con un vaso de plástico pidiendo una limosna o en plenas calles céntricas con sus caras tapadas pidiendo para no ser reconocidos esperando que alguien les dé una limosna para sus hijos porque no tienen trabajo, para poder comer sus hijos.

Sevilla está llena de Cristos rotos como diría el recordado Padre Cué en su libro <<Mi Cristo Roto>>. En esta ciudad hay muchos Cristos vivientes que están desesperados y que pasamos por su lado y casi los pisamos y no los fortalecemos con una pequeña limosna. En las parroquias de Sevilla es raro no ver un Cristo  que encima te abre la puerta del templo para que pases a ver a Dios en el Sagrario que es donde verdaderamente está Cristo, y al que yo le suelo rezar.

Y en la capilla de San Onofre donde Cristo está todo el día presente en el pan expuesto, también soy de los que me gusta cuando puedo dar limosna. Y si caminas por las calles Sierpes o Tetuán o en plena Campana, te encuentras las terrazas remozadas de gentes pagando un café a dos euros y personas que te llegan y te deleitan con un acordeón y su música porque no tienen otro recurso para sobre vivir y luego nos pasan un platillo para que les demos una pequeña limosna y pasamos de darles algo y derrochamos el dinero en esa buena terraza como terratenientes y no somos capaces de dar una limosna, o las enanitas ya afamadas que se sientan en la calle Sierpes y Tetuán por las mañanas con sus canastillas entre sus bracitos para recaudar algunos euros para recogerse pronto antes de que llegue el calor e irse para su casa que solo Dios sabe donde vivirán. O los hombres que hay sentados en las mismas calles reseñadas anteriormente con un cartel de no tengo trabajo con la cara agachada para no ser irreconocibles avergonzados por pedir limosna, para sus hijos poder vivir, más bien poder mal vivir y pasamos de esos Cristos vivientes de nuestra ciudad.

Como cristianos y seguidores de nuestras imágenes de nuestras cofradías no podemos pasar por delante de estos Cristos vivientes que sufren por las calles de Sevilla. Seamos benévolos con ellos y practiquemos  la caridad. Que es una de las tres virtudes del cristiano.

Foto: Francisco Santiago