La lluvia frustra la Estación Penitencial de la Redención tras una larga espera

María del Pilar Pino Tagua. A la hora prevista para su salida procesional, la Hermandad de la Redención pedía tiempo para tomar la difícil decisión; inicialmente se concedió una hora para barajar las opciones, que finalmente se prolongaría a dos horas.

El nerviosismo y la impaciencia estaban presentes en la Iglesia de Santiago, la espera llegó a su fin a las 17’00h, cuando el Hermano Mayor, José Antonio Moncayo, anunció al cuerpo de nazarenos que la Estación de Penitencia iba a realizarse, teniendo en cuenta las previsiones meteorológicas que, como les habían comunicado, mejorarían a medida que avanzase la tarde. A las 17’15h salía el cortejo con celeridad mientras aún chispeaba, el primero de los pasos de la Hermandad casualmente asomaba a la plaza, a las 17’35h, cuando los rayos del Sol la invadían. El paso de misterio avanzó con rapidez para enfilar la calle Santiago, acompañado por su Agrupación Musical y adornado con un exorno floral sorprendente. El paso de palio asomaba a su plaza a los sones de Rocío, luciendo un exorno floral igualmente sorprendente, compuesto de rosas verdes, verónicas azules, lathirus azules, entre otras.

Cuando la cofradía se encontraba ya al comienzo de la carrera oficial, la lluvia se hizo presente, obligando a la Junta de Gobierno a decidir en qué lugar debían refugiarse. Finalmente los pasos se dirigieron hacia la Iglesia de la Anunciación, acompañados por un extenso público a pesar de las inclemencias meteorológicas. Por otra parte, la mayor parte de los nazarenos de refugiaron en la Facultad de Bellas Artes, anexa a dicha Iglesia.

La tristeza se sentía en el interior de la Anunciación, las lágrimas inundaban los ojos de aquellos que allí se encontraban. La Junta de Gobierno decidía volver a su templo a las 21’00h.

Sólo nos queda reflexionar si era realmente necesario tanto tiempo para tomar una decisión, más o menos acertada, pero a fin de cuentas tiempo que recae en el cuerpo de nazarenos, repleto de niños, que se ve afectado por el cansancio. Una de las cuestiones que se están viendo reflejadas en lo que llevamos de Semana Santa.