Moisés Viretti exaltó a la Purísima en el Parque Alcosa

Arte Sacro. Pasadas las 21,15 horas, en la Parroquia de Nuestra Señora de los Desamparados, daba comienzo la III Exaltación a la Titular de la Hermandad de Víspera del sevillano barrio del Parque Alcosa ( Purísima Concepción ) a cargo de nuestro compañero y amigo Moisés Viretti.

Que mejor presentación tuvo a cargo de parte de Antonio Rodríguez Ruiz, que navegó sobre la vida cofrade de su joven hermano mayor de la Candelaria Madre de Dios.

Sin llegar a los cuarenta y cinco minutos, Moisés nos adentraba en el mundo mariano de la Madre de Dios, desde una Anunciación en Nazaret hasta la mismísima resurrección de Cristo. Cabe destacar, el apartado dedicado a la historia de la Hermandad del Divino Perdón y sus difíciles comienzos, que hizo que todo el público se pusiera en pie. El Señor del Divino Perdón o las Hermandades de Visperas de Sevilla, también recorrieron en prosa y verso un pregón que según los asistentes será imborrable de sus mentes.

Aunque la el frio, la lluvia y las altas horas de la noche hacia pronostico de poca asistencia de público, las Hermandades de la Candelaria Madre de Dios y los Desamparados del Parque Alcosa quisieron acompañar al pregonero, al igual que las ancianas monjas del convento Beata Ana María o el Presidente de la AA.VV. Tres Barrios.

Tras el clásico ‘’He Dicho’’. Jose Luís Rubio, Hermano Mayor del Divino Perdón abrazaba entre lágrimas a Moises Viretti felicitándolo por tan maravillosa Exaltación. Posteriormente, tomaba la palabra para comunicar desde el atril, dejando claro, ‘’que la juventud a día de hoy esta muy preparada para las cofradías, y que delante de nosotros teníamos a uno de ellos’’,…prosiguió diciendo ‘’la virgen llora por que ve a su hijo cargando con la cruz y que mejor herramienta de consuelo, que el pañuelo de la Virgen’’…El joven Moisés rompió a llorar preludiando que como recuerdo le regalarían un pañuelo; y así fue, como obsequio por tan sentida Exaltación.

Tras besar el cuadro entre tanto aplauso, el acto terminaba con unas sencillas pero profundas palabras de nuestro compañero al publico asistente…’’perdonadme si en algo no os ha gustado mis palabras, es lo que siento verdaderamente de esta gran Hermandad; para mi será todo un honor tener en casa uno de los pañuelos de la Purísima, y con permiso del Hermano Mayor os digo, que Dios recorte la espera de ver cada año a la Purísima Virgen bajo un hermoso paso de palio cada sábado de pasión, gracias’’.

El acto finalizó con un curioso ágape en la casa de hermandad del Divino Perdón.