Francisco Santiago: Un pastorcillo en San Martín. Álvaro Rodríguez del Moral

MP7 (El Correo). Cuando pase el tiempo se recordará la figura de Paco Santiago como una presencia inexcusable del universo humano de la Semana Santa de Sevilla, que sólo se alienta de afectos y devoción. Pionero de la información cofrade en la red de redes -en la recordada Pasión Digital primero y en Arte Sacro después- su cámara de fotos merecerá estar un día junto a algunas reliquias laicas de una celebración que ya no se entiende sin su reflejo en la pantalla del ordenador, del móvil o de lo que quieran inventar los nuevos tiempos.

La memoria de este fotógrafo de cofradías, no podía ser de otra manera, se enhebra con una vieja fotografía de la niñez que sólo recuperó después de muchas décadas. La imagen retrata a Paco con apenas cuatro años y vestido de pastorcito en el cortejo de la Pastora de Santa Marina en aquellos años de peregrinaje en el desierto que le llevó a residir transitoriamente en San Martín.

“Aquella fotografía fue guardada muchos años por mi tía, la madre de mi primo Carlos de Rueda, el del Rinconcillo, y yo ni siquiera sabía de su existencia”, rememora este cronista gráfico de la Semana Santa señalando que la casualidad quiso que a raíz de su colaboración en el tercer centenario de la corporación de gloria solicitara el ingreso en la nómina de la que ya es su hermandad de cabecera. “Descubrí la foto después de apuntarme a la hermandad; mi memoria había borrado cualquier recuerdo de aquella salida infantil que coincidió con mi pertenencia a la hermandad de la Lanzada”, señala Paco Santiago destacando que “el destino quiso que fuera así”.

Son esas coincidencias hermosas que sólo se alumbran el interior de las hermandades. Paco Santiago ya no se cala el capirote en Semana Santa -la última vez fue con los Caballos, antes del cierre de Santa Catalina- pero reparte su dedicación y su buen hacer por todas y cada una de las cofradías de Sevilla. Su inconfundible chaleco con el logo de Arte Sacro y la inevitable tramoya de objetivos y trípodes se saben de memoria las calles de esta Sevilla que se bendice todos los días del año en el nombre de sus cofradías.

Foto: Sonia Rodríguez Santos