X años de Arte Sacro. Artesacro y la decimoséptima letra. Alfredo Guardia

A priori, ¿qué pueden tener en común el nombre de este portal y la letra p? Poco, porque no aparece en su denominación, y mucho al mismo tiempo. Porque con p empieza el nombre de Paco (Santiago), que a la postre es el páter de esta página web, y también, el de Pepelu, que junto a Juan Alberto, Daniel, Joaquín y compañía trabajan –y bien- en esta empresa. Porque con p se escribe Pasión, que es uno de los pilares (otra vez la p) del portal Artesacro. Con mayúscula cuando hablamos de esos contenidos que a menudo rodean a las hermandades y cofradías, y con minúscula si nos referimos al empeño y dedicación que ponen en esa labor diaria. Porque con p empieza paciencia, tan necesaria en el periodista -¿no es cierto Paco?- cuando se relaciona con las juntas de gobierno de las distintas hermandades.

A menudo, son pocos los elogios y muchas las ingratitudes cuando lo publicado no es del gusto de los dirigentes. Porque con p empieza popular, calificativo que se puede utilizar pues hablamos de una web muy reconocida en el orbe cofrade, hasta el punto que hay quien piensa que si uno no aparece en ella no existe o algo raro sucede. Porque con p empieza perseverancia y si no, ya me dirán cómo puede sustentarse en el tiempo (10 años) un portal de estas características donde no cobran a los protagonistas de la noticias por verter ahí la información ni a los internautas por acceder a ellas. Pero me quedo con una palabra por encima de todas las demás y que también empieza con p: pioneros.

Hay quien se refiere a este portal como la agencia cofrade por excelencia. Y en parte, no les falta razón. Convocatorias de cultos, viacrucis, elecciones, enseres, estrenos, agenda de conciertos y de ensayos de costaleros y amplias galerías fotográficas, entre otros muchos temas, conforman un caudal enorme de información útil e interesante tanto para cofrades como para medios de comunicación -de Sevilla y su provincia- y ya tengan las hermandades un carácter penitencial, de gloria o sacramental.

Aún hoy me pregunto cómo consiguen cubrir la inmensa mayoría de eventos. No tienen el don de la ubicuidad, pero casi… No hay culto externo o interno en el que uno alce la cabeza y no vea a su alrededor a cualquiera de ellos con la cámara y el trípode al hombro: eso es lo difícil. Claro que hay un camino más corto. Solo hay que visitar las cuentas de Twitter y páginas web que se limitan a copiar literalmente la información vertida en otros medios –a veces, sin citar la fuente-  y a reproducir comunicados. Por eso tiene más mérito que este proyecto siga vigente y conviene no olvidar el importante aval que da la experiencia y que es fruto del trabajo bien hecho. Solo me queda dar la enhorabuena a mis compañeros y, sin embargo, amigos.