X años de Arte Sacro. Rachear de alpargatas por seguirilla. José Antonio R. Sabín

Desde casi los veinte años, y ya tengo 35, mi oración suena por martinete o seguirilla. Y al igual que recuerdo la primera y la única saeta que canté hace muchos años al Nazareno del Silencio, también tengo en la memoria la primera fotografía que apareció de este humilde saetero, y que publicó Arte Sacro. Año 2007, Teatro Joaquín Turina, mi saeta sonaba junto a la Banda Sinfónica Municipal y el gran Paco Robles. Fue muy emocionante para mí verme, sin esperarlo, en una página con tanto tirón entre los cofrades y que desde entonces ha publicado tantas y tantas noticias sobre mi trayectoria como saetero, y casi sin conocerme personalmente.

Y es ahora, cuando yo quiero rendirles mi particular homenaje.

Durante todo el año, Arte Sacro es una referencia indispensable en la vida de un cofrade como yo a la hora de estar informado sobre cultos, vía crucis, pregones, conciertos, glorias... Y sobre todo, de cuanto ocurre en el mundo de las hermandades.

Cuando se acerque la luna de la parascebe y Sevilla se impregne de más Pasión que nunca... Cuando los pabilos empiecen a chisporrotear iluminando la tez morena del alguna dolorosa... Cuando el terciopelo y el ruán sean un todo en uno y Sierpes se convierta en un calvario multicolor.. Cuando resuenen cornetas al cielo de Triana y la Esperanza navegue rumbo a su destino glorioso... En todos estos momentos, los amigos de Arte Sacro estarán para dejar estampado su sello y formar parte esencial de nuestra Semana Santa. Y es que, a través de sus fotografías y artículos, son capaces de trasladar sentimientos tan grandes que llegan al corazón. Es más que eso... Es una forma de entender la Semana Santa. Yo, rezando a través de mis saetas. Ellos con su cámara, inmortalizando momentos que, aunque a más de uno le parezcan repetitivos cada año, sólo ellos saben impregnar sus fotografías del más profundo sentir cofrade y el más absoluto amor por Sevilla y sus tradiciones, y siempre, haciéndolo desde el más absoluto respeto.

Sin duda alguna, la Cuaresma sevillana y nuestra Semana Santa no serían lo mismo sin vosotros. Junto al incienso, la cera y el azahar, hay un "curioso objetivo" que todo lo ve, un flash indiscreto que sabe aguardar el momento oportuno y un disparador que sabe captar el instante preciso para hacernos temblar de emoción...

Es la magia que inunda cada rincón de nuestra querida Sevilla la que hace esto posible y que una simple fotografía sea capaz de encerrar vivencias tan profundas y momentos irrepetibles.

Un fuerte abrazo de este humilde saetero.