Arte Sacro
  • Noticias de Sevilla en Tiempo de Pascua
  • sábado, 27 de abril de 2024
  • faltan 351 días para el Domingo de Ramos

El Señor de la Salud de los Gitanos presidió un multitudinario Vía Crucis de las Hermandades


Daniel García Acevedo. El primer lunes de Cuaresma, desde el año 1976, se celebra en nuestra ciudad el Vía Crucis que organiza el Consejo de Cofradías en la Catedral. Este año ha sido el Señor de la Salud, de la hermandad de los Gitanos, el que ha presidido este rezo piadoso, quitándose el mal sabor de boca del año 2009 donde no pudo salir de su templo debido a la lluvia que ese día caía en Sevilla.

El largo cortejo, de unos 500 cirios, empezó a salir del templo de la calle Verónica a las 16,30 horas. Desde esa hora el Señor de la Salud fue acompañado por muchísimas personas, hasta incluso en el interior de la Catedral, lo que demuestra que es cierto que cuando una imagen tiene mucha devoción la asistencia al acto crece.

El Cristo de los Gitanos llevó la cruz de salida y lució la túnica bordada en el taller de Sucesores de Elena Caro, que recrea la de Rodríguez Ojeda perdida en el año 1936. Igualmente llevó las potencias de oro y rubíes de Seco Velasco en 1967, gemelos de oro, madreperla y rubíes y un alfiler antiguo de oro y brillantes donado por un hermano. Las andas que portaban al Señor fueron las realizadas en el año 2009 para el Vía Crucis frustrado por la meteorología, ampliadas en su perímetro para adaptarle a modo de canastilla unos respiraderos adquiridos para cultos internos.  

Acompañó musicalmente la Escolanía Salesiana de María Auxiliadora junto a la Capilla Musical María Auxiliadora.

El cortejo llegó a la Catedral en torno a las 20 horas, entrando las andas media hora más tarde. La novena estación, con la Cruz de Guía de la hermandad de las Siete Palabras, se rezó frente a la Puerta de la Asunción, ya que el Cristo de la Corona, titular de la hermandad de Vísperas, se encontraba en ese lugar, de forma provisional, por el cierre de su sede canónica, la parroquia del Sagrario.

El Vía Crucis se aplicó especialmente “Para que la estación de penitencia y las prácticas de piedad de la Cuaresma constituyan para los cofrades un encuentro personal con Jesucristo y las hermandades sean auténticas escuelas de vida cristiana, para así potenciar el sentido evangelizador de la piedad popular”.

Antes de salir por la Puerta de los Palos, el Deán y Vicario General, Teodoro León, se encargó de leer la reflexión final, ya que tanto el Arzobispo Asenjo como el obispo auxiliar Gómez Sierra, se encontraban en Madrid por asuntos de la Conferencia Episcopal.

La visita a la Capilla Real y, por consiguiente, a la Virgen de los Reyes, puso el punto y final a la estancia del Señor de la Salud en la Santa Iglesia Catedral, de donde salió por la misma puerta por la que entró a las 22,20 horas. La Asociación de la Virgen de los Reyes y san Fernando regaló a la hermandad de los Gitanos unos gemelos de oro con la forma de estrella de 6 puntas, como las de una de las coronas de la Virgen de los Reyes.

Fotos: Fco Javier Montiel y Juan Alberto García Acevedo










Utilizamos cookies para realizar medición de la navegación de los usuarios. Si continuas navegando, consideramos que aceptas su uso.