Última obra de Salvador Madroñal Valle

Arte Sacro. La última obra del nazareno Salvador Madroñal Valle se trata de la primera escultura del futuro paso de misterio de la cofradía de la Vera Cruz del sevillano pueblo de Arahal.  

Con esta imagen, de tamaño natural tallada en madera de cedro real, Salvador hace un alarde de maestria en el trato de la imaginería vestidera. Realiza un primoroso trabajo de anatomía y composición en la postura dinámica y elegante del joven discípulo, que adelanta el pie izquierdo y gira su torso hacia la derecha buscando la escena principal del misterio, la Virgen de la Piedad y el Santísimo Cristo del Amor. La cabeza del discípulo amado presenta un modelado rotundo, muy masculino, pero a la vez dulce y armonioso, recordando a la blandura y carnosidad de las obras decimonónicas.

De sus dos grandes ojos, en los que se entremezclan la melancolía y el profundo dolor por la muerte del Maestro, nacen tres voluminosas lágrimas que recorren sus juveniles mejillas. En cuanto  a la policromía, Madroñal ha abierto en este caso una paleta en tonos tierras muy amplia, que ha sabido usar con maestría al conseguir con ella una policromía limpia, pulimentada y llena de matices cromáticos que se intengran con una fina capa de pátina, que le aporta a la imagen mayor carácter y sabor de siglos.