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La familia Trinitaria abre, en Madrid, una casa de acogida de mujeres reclusas y exreclusas


La “Casa Miquel Ferrer” trabajará para la acogida, promoción e inserción socio-laboral de estas mujeres.

IVICON. María tiene 32 años, está en una prisión para mujeres de Madrid, ha conseguido el tercer grado y espera salir de la cárcel para rehacer su vida. María sabe que no va a ser fácil; se pregunta dónde va a poder encontrar un empleo, no tiene apoyos familiares y, por su barrio, mejor no aparecer. Nadie la espera tras las rejas.

Como la de María –nombre ficticio-, esta puede ser la situación de numerosas reclusas que, tras haber cumplido condena, se enfrentan a la dura tarea de rehacer su vida. Esta situación, además, se complica cuando se trata de mujeres extranjeras. Conscientes de esta situación, y siguiendo su carisma a favor de los presos, la Familia Trinitaria a abierto una casa de acogida en Madrid para la atención de mujeres reclusas (en segundo y tercer grado) y ex-reclusas.

Esta casa, que ha abierto sus puertas el pasado 1 de junio en la madrileña calle de General Ricardos y en la que ya viven 3 mujeres, estará gestionada por la Fundación Prolibertas , de la provincia Trinitaria de España-Sur, que lleva más de diez años trabajando en la pastoral penitenciaria.

La Casa Miquel Ferrer, cuenta el último número de la revista Familia Trinitaria, estará dirigida por el laico trinitario José Sevilla y por la religiosa trinitaria María Campos. Se trata de una obra conjunta de la Familia Trinitaria -religiosos, religiosas y laicos-, impulsada por el General de la Orden José Hernández,  como fruto del Congreso de Espiritualidad Trinitaria que se celebró en Madrid en la navidad de 2004.

Con esta iniciativa se pretende ofrecer un lugar de acogida para estas mujeres, incidir en procesos de rehabilitación y reeducación personal para su promoción, procurar su inserción socio-laboral a través de orientación laboral y formación profesional y ayuda para la reconstrucción de relaciones familiares.

El edificio, donado por las religiosas Trinitarias de Mallorca, tiene capacidad para doce personas, aunque podrá ampliarse a medida que se afiance el proyecto. En este proyecto podrán acogerse mujeres mayores de edad, que carecen de medios económicos, que no tienen una red de apoyo normalizada y que procedan de un centro penitenciario.










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