Los 25 niños bielorrusos de la hermandad de la Cena ya están en Sevilla (ampliado)

Daniel García Acevedo. Pasadas las 00:00 de la noche del día 23 de junio, ya 24, y con algo de retraso, cosa normal cuando se habla de vuelos de avión y de trasladar a tantísimas personas, llegaron los 25 niños bielorrusos que van a pasar este mes largo en Sevilla acogidos por la hermandad de la Sagrada Cena.

Lo hicieron en un autobús de Tussam. No se extrañen. Es que la empresa municipal cede este vehículo para el traslado de los niños desde el aeropuerto hasta cada una de las sedes de las hermandades que acogen a estos chiquillos.

En la hermandad de la Cena, desde las 10:30 horas ya estaban los padres de acogida con un buen número de monitores preparando la llegada de los niños bielorrusos. Adornaron el compás que da a la plaza Ponce de León con cartulinas con fotos de los niños y niñas y dibujos alusivos, banderitas de España y un ágape de bienvenida.

 

Muchos nervios ya que después de un año sin verlos y estar tan cerca de poder volver a tocarlos, la espera se hace tensa.

Al llegar, sitúan a los padres dentro del compás para que el recibimiento se haga dentro de las dependencias de la hermandad y no en la calle. Se bajan del autobús y los colocan de dos en dos. Todos con sus maletas donde llevan sus pertenencias para estos 40 días que pasaran en Sevilla y muchas ilusiones para su salud. Recuerden que esta estancia en nuestra ciudad les sanea su organismo, ya que los alimentos que toman en su país son alimentos todavía contaminados por el desastre de Chernobyl y la radioactividad existente. Tanto el clima como los alimentos están contaminados y, según las autoridades sanitarias, los 40 días en nuestro país les regenera su organismo y se estima que les puede prolongar su vida hasta un año y medio más.

 

 

Una vez dentro del compás de los Terceros llegan los momentos más emocionantes. Los niños, en fila, buscan con la mirada a sus padres y familia sevillana. Una vez que se reencuentran después de un año sin verse no paran de abrazarse, besarse, preguntarles por como se encuentran, como han pasado este año en su país, etc, etc...

Ya en la iglesia, los niños se sientan en un par de bancos habilitados para ellos a la espera de ser llamados para irse con su nueva familia por 40 días. Antes de esto Borja León que es el coordinador de la hermandad de la Sagrada Cena e Iryna, la responsable por parte bielorrusa, dan las explicaciones y consignas a las familias españolas para que sepan todos los pormenores y actos que tendrán los niños con los monitores de la hermandad.

 

 

Ya llegó el momento más esperado. Estos niños rubios, delgaditos y cada año más altos son nombrados y acogidos por su familia española. Los monitores les entregan una mochila a cada uno de ellos.

Al final, foto de familia con todos los niños juntos. Nos sorprenden cantando una canción que se saben todos, debe ser famosa en su país.

Ya es tarde, casi la una de la noche. Los niños están cansados del largo viaje y tienen hambre. Los padres se los llevan a cenar y a descansar que el día ha sido largo.

El próximo miércoles 28 será el acto ecuménico en la Catedral con el Cardenal Amigo Vallejo.

Les seguiremos informando.

Fotos: Juan Alberto García Acevedo.