75 años de Sol por la calles de Sevilla. Elena Moreno Horrillo.

A los nazarenos de antes y a los de hoy.

Corrían tiempos de la República. Tiempos políticos de revuelta que afectaron seriamente a nuestra semana mayor, tanto, que todas las hermandades de la ciudad que rinde culto a María Santísima tomaron la decisión de no realizar su estación de penitencia a la S.I. Catedral. Todas excepto una, la hermandad de la Estrella abría sus puertas el lunes santo para llevar la pasión a todos los trianeros y sevillanos. No sin miedo, pues los revolucionarios habían amenazado con boicotear cualquier esbozo de cofradía en la calle. Y aún así, la Estrella encaminó sus pasos a la Catedral y recibió, a la salida del templo metropolitano, los históricos disparos que le otorgaron el sobrenombre de "La Valiente". Fue en el año 1932.

El mismo lunes santo, al otro lado de la Catedral, unos jóvenes nazarenos poblaron las calles. Túnicas oscuras de capirotes altos. Andares cortos y recorrido no muy extenso. Unos adolescentes habían decidido poner en la calle su particular visión de la Semana Santa. ¡Cuántas ilusiones concentradas bajo el capirote! Madres apostadas en las aceras, viviendo junto con sus hijos el inicio de una corporación. Bullicio de canicas, peonzas, recreos, carteras, calcetines hasta la rodilla y pantalones cortos que se convertían en el silencio más profundo que otorga la presencia de la Madre de Dios en la Tierra. Acompañaban a su pequeña Virgen del Sol. Y nadie, absolutamente nadie, se atrevió a romperles el encanto del momento que esos jóvenes y sus corazones estaban viviendo. Era el proyecto más hermoso de Hermandad jamás iniciado.

Hoy se cumplen 75 años de aquella salida. Y esta Hermandad, hoy madura, porque el tiempo y las vicisitudes la han hecho crecer, vuelve a poner su ilusión y sus nazarenos en la calle. Hoy, muchos de los corazones de aquellos jóvenes que ya gozan de la gloria de Su Divina Majestad, se regocijarán al ver pasear a su Virgen del Sol como Sevilla y sus tradiciones mandan. Atrás quedaron tiempos de penurias, de cruces de mayo, de locales adecentados para albergar a la Madre del Altísimo, y de lucha, sobre todo de una incansable lucha. Esta Hermandad es hoy lo que es gracias a aquellos adolescentes, que sembraron la semilla y la cultivaron. Han tenido que pasar tres cuartos de siglo para que esa semilla diera su fruto, para que los nazarenos del Sol vuelvan a salir a la calle, esta vez, ya constituida como Hermandad de Penitencia y Sacramental desde el pasado junio.

Hoy somos nosotros, los jóvenes, y no tan jóvenes, de la corporación, los que rebosamos la misma ilusión de antaño al vestir nuestra túnica y acompañar a nuestros queridos titulares. Si en un principio era el Cristo de la Sangre, hoy Cristo derrama su sangre por nosotros sufriendo como Varón de Dolores e implorando la Misericordia Divina abrazando su cruz y Triunfando sobre la muerte. Y qué decir de La Más Bella Rosa del Jardín.

Virgen, del Sol vestida,
de luces eternales coronada,
que huellas con divinos pies la luna;.
Fray Luis de León

Será, pues, tarde de ruán verde, de recuerdos y de ilusión. El Sol brillará desde lo más alto para que su homónima luzca tal y como entonces 75 años después. Y lo hará con nazarenos, hermanos que tendremos la satisfacción de haber llevado a buen puerto el objetivo final de nuestros mayores.