Pino Montano ya sueña con ir a la Catedral. Fernando Carrasco. ABC Sevilla
Viernes de Dolores y viernes de fervor en los barrios de Sevilla. Viernes de estreno, como en Pino Montano, donde aunque no se vieron ayer nazarenos, sí se soñaba ya con ir a la Catedral. Porque la Hermandad de Nuestro Padre Jesús de Nazareth y Nuestra Señora del Amor vivió uno de los días más grandes desde su fundación. Hermandad de penitencia desde el pasado día 25 de febrero, su estreno como tal no pudo ser mejor. Un barrio entero en torno a la parroquia de San Isidro Labrador; un párroco, Indalecio Humanes, exultante, y la presencia de las máximas autoridades religiosas y civiles, ya que estuvo el cardenal arzobispo de Sevilla, monseñor Carlos Amigo Vallejo; el alcalde, Alfredo Sánchez Monteseirín, y el presidente del Consejo de Cofradías, Manuel Román Silva.
Todos para reconocer la labor de esta hermandad a lo largo de todo el año. «Barco» tremendo el del Señor de Nazareth, que estrenó nuevo soldado romano, obra de Fernando Castejón -al igual que todas las demás imágenes- y lágrimas en Maruja Vilches, pregonera de las Glorias de 2006 y una de las fundadoras de esta corporación.
En el interior del templo, minutos antes de que se abriesen las puertas para el inicio de la estación de penitencia, monseñor Amigo se dirigió a todos los hermanos, recordándoles que aunque este año no había nazarenos, «si uno no se viste por dentro es muy difícil vestirse por fuera». Asimismo, le habló a los costaleros. «Vuestra labor es admirable por muchos motivos, pero sobre todo, porque escondéis vuestra cara debajo de las trabajaderas para que los demás vean la mejor cara de Jesús y de su Madre, la Virgen. Sois los primeros que vais a llevar estas imágenes como Hermandad de penitencia. Y os puedo decir que la alegría que siento es muy grande».
Emoción en las palabras del prelado, que incluso llegó a bromear con todos los presentes al señalar que si en el título de la hermandad tienen a San Marcos y a San Isidro Labrador, «tendréis que añadir el de San Indalecio», en referencia al párroco y a su labor.
Luego, jolgorio en la calle cuando irrumpió, primero, el imponente misterio de Jesús de Nazareth, perfectamente acompasado con los sones de la agrupación musical de Nuestra Señora de la Encarnación. Más tarde, con el sol dándole de pleno en el rostro y colándose por las bambalinas de malla, con Nuestra Señora del Amor, que se mecía a los acordes de «Encarnación coronada».
Y como escribimos, un barrio volcado, viviendo con su hermandad y soñando, por qué no, con llegar hasta la Catedral. Y la distancia no es tanta como parece...
Bellavista consolidada
De una punta a otra. Si en Pino Montano el Viernes de Dolores es su hermandad, en Bellavista el Dulce Nombre hace que todo se paralice. Una corporación que en tan sólo dos años se ha consolidado extraordinariamente. Aumento espectacular del número de nazarenos y otro «barco» que se pasea por las calles de un barrio que tiene en Jesús de la Salud y Remedios y María Santísima del Dulce Nombre sus referentes.
Importante la labor que también realiza todo el año la junta de gobierno que preside Alfonso Lozano Pastrana, que desde el pasado año cambió el martillo por la vara dorada.
Las bambalinas lisas del palio de la Virgen del Dulce Nombre tendrán poco a poco el bordado de ese estilista que es Francisco Carrera Iglesias. Y delante, Jesús de la Salud y Remedios en el impresionante misterio que va adquiriendo tintes de majestuoso, tanto por la forma de andar como por lo que respecta a su conclusión en cuanto al canasto.
Por la mañana acudieron numerosas personalidades a comprobar la realidad que ha conseguido esta hermandad, que ha dado un soplo de aire fresco al barrio y, todo hay que decirlo, tiene al Arzobispado y a más de una de las «manos derechas» del cardenal encandilado. Y no es para menos cuando se vio lo que se vio ayer a lo largo de su estación de penitencia.
Padre Pío creciendo
Y entre Pino Montano y Bellavista, otro barrio con nazarenos en este Viernes de Dolores: Palmete-Padre Pío. La labor callada de la hermandad de Nuestro Padre Jesús de la Salud y Clemencia y Nuestra Señora de la Divina Gracia ha dado resultado y, al igual que en otros barrios, ha sabido aglutinar a sus vecinos.
La corporación anda en pleno proceso de realización del nuevo paso para el Nazareno, en el que ayer se pudieron ver los primeros trabajos en el frontal del canasto, que comienza a tomar forma.
En el palio, la imagen de Nuestra Señora de la Divina Gracia también fue objeto de la devoción de los vecinos. Sufrió, de vuelta, el desprendimiento de uno de los varales y tuvo que continuar sin él. El martillo llevó ayer crespón negro en recuerdo del que fuera su capataz, Francisco Medina «El Kiki», fallecido el pasado año. Seguro que en esta tarde de Viernes de Dolores comprobó que tanto su cofradía como Pino Montano y Bellavista dieron ayer ejemplo.
La cofradía realizó su primera salida como hermandad de penitencia arropada por todo el barrio _ Bellavista y Padre Pío pusieron en la calle los primeros nazarenos en las vísperas de la Semana Mayor.
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