Viernes de Dolores de viento, rotura de llamadores, emociones en Pino Montano y sobriedad en Triana

Daniel García Acevedo. El Viernes de Dolores del 2007 permanecerá con letras de oro en la historia de la hermandad de Pino Montano, ya que fue la primera salida procesional como hermandad de penitencia.

Y para celebrar este hito estuvieron en la presidiendo la salida de los dos pasos el Cardenal, Carlos Amigo, el alcalde, Alfredo Sánchez Monteseirin y el presidente del consejo de cofradías, Manuel Román. También estuvieron presentes el delegado de hermandades, Manuel Soria, el delegado de área de Fiestas Mayores, Carlos García Lara y la pregonera de las glorias del año 2006 y muy ligada a la hermandad, Maruja Vilches.

La salida de los dos pasos estuvo llena de emociones contenidas por todas las personas que han visto crecer a esta hermandad durante sus 25 años de existencia o las que han luchado enormemente para contribuir a que se le nombrara como hermandad penitencial.

El llamador del paso de misterio se partió en un momento del recorrido, y no fue el único de esta jornada.

La hermandad de Palmete se vio deslucida en parte de su recorrido por un fuerte viento que provocó, a parte de que se apagaran la candelería, que las bambalinas delanteras y traseras estuvieran vueltas y dando la impresión que no llevaba.

El paso de Cristo de la Salud y Clemencia, que estrenaba la talla delantera y los cuatro evangelistas de las esquinas, es acompañado musicalmente por la banda de cornetas y tambores de la Presentación al Pueblo de Dos Hermanas.

Igualmente el llamador de uno de los pasos se partió y uno de los varales del paso de palio tuvo problemas con la sujeción.

El paso de palio de la Virgen del Dulce Nombre en sus Remedio y Compasión tuvo también que sufrir las fuertes rachas de viento que soplaron en el día de ayer en nuestra ciudad, llevando la candelería apagada durante mucho tiempo, a pesar de los esfuerzos del “tío de la caña”.

En la hermandad de Bellavista fueron los llamadores de los dos pasos los que se partieron teniendo que llamar Ricardo Almansa en el misterio con un martillo de verdad. Por cierto, muy buena labor de capataces y costaleros en el paso del Señor de la Salud, acompañando magistralmente por la agrupación de la Redención.

El Cristo de la Misión y la Virgen del Amparo forman un conjunto escultórico, junto con el resto de figuras secundarias, realmente impresionante. Ver ese paso caminando a los sones de la banda del Sol por la parte de Heliópolis de casitas bajas y naranjos es un placer para la vista y el olfato.

La agrupación de Pasión y Muerte saludó a la hermandad de la Estrella antes de emprender regreso a su parroquia del Buen Aire. El Cristo, ejecutado por Navarro Arteaga, tiene un sabor añejo y clásico que conjuga estupendamente con un paso sobrio con cuatro hachones. El exorno floral de este año también ha favorecido a la sobriedad del momento. El acompañamiento musical es un trío de capilla que da más patetismo si cabe a la escena.

Fotos: Juan Alberto García Acevedo.