Muy recomendado. Entrevista de Paco Robles a Joaquín Moeckel en El Mundo

Arte Sacro. A continuación pueden leer una entrevista realizada por Paco Robles a Joaquín Moeckel publicada ayer lunes 26 de noviembre en el diario El Mundo.

Joaquín Guillermo Moeckel Gil (Sevilla, 1966) es abogado pero sin ‘istas’, “no soy especialista, sólo abogado”. Cuando tiene que definir Sevilla lo hace sin dar ningún rodeo, “es una ciudad hermosa para vivir, menos hermosa para transitarla y bastante menos hermosa para las generaciones futuras, más para el divertimento que para el progreso, y por eso me da coraje que se identifique Sevilla con Anselma, como me dicen cuando voy en el AVE o incluso en México. La gente de Madrid y de Barcelona habla de la urbe y nosotros nos quedamos en la ciudad del cachondeo. Por eso el Sicab nunca se irá de aquí”.

-¿Cómo ve la Andalucía al máximo que nos vende la Junta ?

-Andalucía es un régimen, un califato con un virrey. Necesitamos una alternancia aunque no sea de partido, es una cuestión de sanidad política. Tampoco veo una oposición que merezca la pena. Al paso que vamos dejaremos San Telmo para los nietos de Arenas. Andalucía está a veinte minutos de África mientras Cataluña está a ese tiempo de Francia. No sé en qué modernización estamos, si en la tercera, en la cuarta o en la quinta, ya he perdido la cuenta. El opio del pueblo en el siglo XXI no será la cocaína ni la heroína, sino esa subvención que trincan los pobres a través del PER y los ricos para mantener sus cortijos. Es una pena que una tierra con este nivel cultural no vaya hacia delante, sino hacia atrás.

-Subsidios para unos y querellas para El Mundo. ¿Cómo se lo explica?

-Si encima de ser una sociedad subsidiada que invierte poco en progreso y educación, se intenta amedrentar a los medios de comunicación, entonces ya empiezo a sentir miedo. En el caso de El Mundo afortunadamente se puede soportar esa fianza, pero imaginemos qué ocurriría si fuera un medio con menos posibilidades económicas. No me gustaría imaginar que se amedrente a un medio de comunicación porque en vez de estar cerca de Marruecos estaríamos lindando con Venezuela.

Moeckel, como buen abogado, hace hincapié en que “Chaves es discriminatorio, si se queja de una imputación de espionaje por un medio me parece bien que vaya a los tribunales, pero está discriminando a los medios, y eso no se puede hacer según la Constitución. Parece que le molesta un medio más que los otros. Si la noticia sale en varios periódicos, ¿por qué se querella contra uno solo y no contra los demás? Eso es jugar al Tijeritas: ésta sí, ésta no, ésta me gusta, me la como yo”.

-¿Esa discriminación es una gota en el mar o algo habitual en Andalucía?

-Actualmente me pasa algo parecido con Tussam, una empresa que discrimina en una huelga. Los trabajadores de CCOO no son despedidos, algo que sí sucede con un empleado que pertenece al sindicato minoritario SITT. Una noticia, por cierto, que sólo ha aparecido en El Mundo. Aunque ya estoy acostumbrado a todo esto.

-¿Y se acostumbra a que algunos lo presenten como el abogado de la nieta de Franco?

-Soy el abogado de Carmen Martínez-Bordiu, de Victorio y Lucchino, de Mac Donald’s, de una cajera de Carrefour, de un conductor de autobuses, de una viuda que ni siquiera tiene paga… Etiquetas, no. Mi libertad no la pondré en juego. Soy libre para defender a Carmen Martínez-Bordiu y para coger al Cid en hombros. Como decía Beni de Cádiz, en mi hambre mando yo. Tengo una ambición prudente que me hace conseguir los propósitos que me marco, porque si no fuera prudente me cegaría y perdería la frescura que me caracteriza. No soy tonto y me gusta el jamón más que la mortadela, pero soy muy feliz comiéndome un bocata de choped con una coca-cola fresquita.

De Franco, a Queipo de Llano, que para Moeckel “bien enterrado está, y su tumba se encuentra en la Basílica no por general franquista, sino por macareno. Si van a colocar una placa en la muralla par recordar a los republicanos fusilados, deberían hacer lo propio en la capillita de San José, en la O , en San Julián: “Quemado por los rojos”.

Estoy de acuerdo con el alcalde en que en que no se le dé tanta importancia al asunto de los ataques a la Macarena , pero si coge la vara el Domingo de Ramos y presume del ADN macareno que heredó de su padre, que diga algo más contundente: carne o pescado”. En cuanto al otro corregidor de la ciudad, “cada vez que habla Torrijos sube el pan. Está sufriendo un solsticio mental, y lo digo con todos los respetos y en términos de defensa”.

-Cada vez que aparece Moeckel hay un problema a la vista. ¿Por qué le gusta tanto meterse en los charcos?

-Soy inquieto, lo reconozco. Y tengo tres maestros que desgraciadamente ya no están en este mundo: Juan Garrido, Benigno García Vázquez y Francisco Gil Delgado, tres amigos de verdad. Aprendí de ellos que a la sociedad se le debe devolver una parte de lo que la sociedad me ha dado a mí. En esto soy kennedyano: no preguntes qué puede hacer la ciudad por ti, sino qué puedes hacer tú por la ciudad.

-¿Cómo lleva las críticas que le hacen los políticos por lo bajini?

-Mi desodorante es de la marca ‘Me la suda’, y llevo siempre una gabardina para que todo me resbale. Si hay que hacer una cosa, la hago, y a los que critican esta forma de actuar les cedo gustosamente este espacio del periódico que tú me concedes. Pero que te  cuenten qué han hecho por el Salvador, por Santa Ana, por un manto de Rodríguez Ojeda, por los afectados de Las Letanías... Un poquito de mi tiempo y mi dinero lo invierto en los demás.

Uno de los últimos asuntos que han recibido la dedicación moeckeliana ha sido la restauración del retablo de Santa Ana, donde acompañó en la denuncia a Enrique Valdivieso: “Me ha frustrado que muchos entes políticos y religiosos no hayan tenido en cuenta al profesor Valdivieso, que denunció lo que estaba pasando con el retablo de Pedro de Campaña desde la noche de los tiempos. Si no llega a ser por esa denuncia, que apareció en algunos medios de comunicación, hoy seguiría durmiendo el sueño de los justos. En el acto de la firma de ese convenio el profesor Valdivieso debería haber tenido un lugar preponderante y no ser un simple invitado más”.

-Usted fue hermano mayor del Baratillo. ¿Cómo está el mundo de las cofradías?

-El nivel es bajísimo, y lo digo con propiedad porque yo he llegado al máximo en mi cofradía. Los cargos actuales llegan a las hermandades sin que nadie los coja con lazo, a mí vinieron a buscarme a mi despacho: tengo testigos. Ahora se parten la cara en dobles candidaturas con la falsedad de que luego gana la hermandad. ‘¿Te qui i ya?’ En el Baratillo di un zamarreón a las hermandades, demostré que podían discrepar de la autoridad eclesiástica y me dio tiempo a catalogar un cuadro que posee la hermandad, cuyo autor es Bernardo Lorente Germán, seguidor de Murillo. Esa catalogación me satisfizo especialmente. Ahora se habla de candelabros y de dorados, todo hojarasca. Mucho roneo de obra social pero no se vende bien, no se reivindica ni se da un puñetazo en la mesa, no se habla en voz alta. Hasta el subsidio ha llegado a las cofradías. Como estamos dentro del régimen, pues nos quieren hacer un museíllo, darnos unos euros y a callarse la boca.

El abogado Moeckel no se plantea el regreso, “para volver, mi hermandad tendría que estar a punto de desaparecer, o que yo supusiera en ese caso el bálsamo para una batalla fratricida”

-¿No se ve al frente del Consejo de Cofradías?

-Yo sería un magnífico presidente. Como ve, estoy cortito de humildad. Pero si me presento contra cualquiera, me gana por goleada: la gente votaría contra Moeckel.

Elección del pregonero

Cuando se le pregunta por la elección del pregonero de la Semana Santa surge el Moeckel más auténtico, el más indignado, el que dice lo que piensa sin pensar en lo que dice: “Es vergonzosa la forma de elegir al pregonero. Permita que utilice la teoría roblesiana, y de camino se cita usted mismo. ¿Qué hacen un boticario, un abogado, un ejecutivo de empresa, un ingeniero, un empleado, examinando a unos escritores cuando ellos no tienen ninguna cualificación profesional? Con Burgos afortunadamente se ha roto el cenaculillo que se quieren montar unos cuantos de su misma altura de miras para perpetuarse en el pregón. Resumen: no se lo demos a alguien de categoría porque nos dejaría en evidencia y mostraría no las lagunas, sino los océanos de nuestra literatura. Hay algunos místicos que son unos sinvergüenzas, ponlo así, sinvergüenzas, que intercambian estampitas, como ellos dicen: si me votas al pregonero que yo propongo, te voto el vía crucis”. Genio y figura.

Foto: Francisco Santiago.