El taller de Enrique Lobo culminará la restauración del paso de misterio del Cerro en su totalidad para la próxima Semana Santa

Arte Sacro. El taller de Enrique Lobo Lozano trabaja a pleno pulmón con la restauración del paso de  misterio del Stmo. Cristo del Desamparo y Abandono. El conjunto del mismo presentara un considerable cambio de imagen, dada la labor que se esta realizando sobre el.

El taller de este imaginero conjuntamente con la actividad propia de lo figurativo, dedica paralelamente parte de su actividad a la restauración de mobiliario eclesiástico (altares, sillerías, canceles. etc.), como hemos mostrado varias veces en esta web, dada su condición de profesor-monitor en programas formativos, donde ha desarrollado intervenciones en la Catedral de Sevilla y en la Iglesia de Sta. Ana de Triana.

 

Dicha trayectoria manifiesta, le ha hecho tomar conciencia sobre la restauración conservación y recuperación de las obras ornamentales, algunas veces tan precariamente conservadas.

La implicación en este proyecto concreto, es doble. Por una parte es hermano hermano del Cerro, y por otra el autor del mismo tiene también un espacio importante en sus sentimientos, ya que Manuel Durán González, el artista que lo realizo, fue en su momento una de las personas que le hizo dar los primeros pasos en familiarizarse con el corte de la madera. Por lo cual nos comenta, que la satisfacción es doble al respecto.

 

Para ejecutar este trabajo Enrique Lobo nos indica que se ha tenido que rodear de un equipo que desarrolle una ardua labor, pero a la vez gratificante. Dicho equipo está formado por su colaborador, Francisco Javier Abela Fernández, que desarrolla una tarea impresionante de decapado de la superficie, con tremenda dedicación y entusiasmo. Y la inestimable implicación de su mujer, Mª Lourdes Jaime Santiago, en la labor de terminación y lustrado. Sin este equipo según concluye, no le seria posible desarrollar estas intervenciones, contando con su total colaboración y entrega.

El antes:

El después:

Fotos: Juan Alberto García Acevedo.