Arte Sacro
  • Noticias de Sevilla en Tiempo de Pascua
  • domingo, 5 de mayo de 2024
  • faltan 343 días para el Domingo de Ramos

El cirio invisible. Alberto de Faría Serrano.


 Tacto de cera quemada inaprensible. Llama prendida en el pabilo insondable aguarda otro para cuando el antifaz cubra tu rostro. La masa de tu sangre ha adocenado esos pequeños pero trascendentales ritos que el sevillano casi tiene  procesados en el disco duro de su alma al nacer y se revisan y actualizan año a año; el besapié del Señor; el reencuentro con l@s herman@s. La protestación de fe del Quinario. La intensa mañana de la Función. El Vía Crucis por la collación. El papel del salvoconducto para la gloria penitencial. La mudá en mangas de camisa mas recientemente. Quizá solo te quede  embullirte en el marasmo de no saber qué templo elegir para visitar los palios y misterios en construcción para dejar bien repleta las alforjas de la ilusión y de la preparación cuaresmal de ese reencuentro con nosotr@s mism@s.

Quizás te pases otro día por tu casa. Quizás lo hagas cuando sepas que casi te vas a encontrar a solas con Él. O con Ella. Prefieres que el único testigo sea ese rostro venerable al que jamás te atreviste a saludar, de cómplice mirada en muchas visitas pero que parece que esta allí siempre y que te resulte tan familiar como la de ese íntimo hermano con el que puede que no le reveles esta visita. Vas con las manos abiertas y con el corazón desprovisto de todas adherencias superficiales. Vas preso de tus emociones. O de tus vacilaciones. Vas inundad@ de esperanza pero de temor también. Vas porque te falta el apoyo en el hombro o en el sabio consejo de quien siempre te apoyaba y ya ocupa su sitio eterno bajo su manto divino de protección. Vas a confesar directamente con El que siempre te escucha. Vas sin remordimientos y sin cargas de conciencia. Vas movido por un ímpetu de reforzar tu espíritu y aquilatar tu templanza, porque no solo de Semana Santa vivimos en esta Maria Santísima y no solo nos cubrimos con el antifaz el día de Salida de la Cofradía.

Esa noche te sentirás reconfortad@. Aliviad@. Habrás hecho tu propio culto íntimo y particular. El que más te llena aunque no esté en las reglas de la hermandad. Habrás ido de trapillo o en zapato deportivo pero para Dios habrá sido como si fueses más de gala que el día de la Función porque ibas con todo tu ser a recibir su bendición y el mensaje silencioso pero certero de su homilía más cercana. No habrás tocado ni llevado ningún cirio encendido ciertamente. Pero seguro que dentro de ti, habrás prendido la llama del pabilo de ese cirio permanente e invisible que no se apagará hasta que el último varal del Palio atraviese el dintel de las Puertas del Paraíso.

Foto: Francisco Santiago.










Utilizamos cookies para realizar medición de la navegación de los usuarios. Si continuas navegando, consideramos que aceptas su uso.