Moeckel y Robles triunfaron en la Hermandad de Los Estudiantes de Madrid

Arte Sacro. A las 11,30 comenzó la función principal de la Hermandad de Los Estudiantes de Madrid. A un lado de los bancos la Junta de Gobierno de la Hermandad en pleno y al otro el Pregonero, diversas autoridades y representantes de otras Hermandades y Cofradías de Madrid. La Basilica estaba llena de fieles.

Emocionante la protestación de fe en la que se incluyen los diversos votos concepcionista, defensa de la vida, etc. Tras la Santa Misa, pequeña procesión hasta el altar de los Sagrados Titulares de la Hermandad en la que se incorpora el Pregonero. Se canta la Salve a Maria Santisima Inmaculada Madre de la Iglesia y se rezan las admoniciones finales.

Unos minutos mas tarde en la Cripta de la Basilica, comienza el XVI Pregón de Semana Santa de la Hermandad. Suenan primero los acordes de la primera Saeta del Silencio (Hermandad esta que siendo la madre y maestra, hace años nos cedió las partituras de sus famosas saetas que acompañan musicalmente el discurrir del Stmo Cristo de la Fe y del Perdón por las calles de Madrid).

Tras ello, toma la palabra el presentador, Paco Robles. Dominio de la palabra, sube sin guión. Empieza contándonos que no va a ser nada objetivo ya que Moeckel es su amigo. Nos cuenta como es Moeckel y quien es Moeckel en Sevilla. Termina confesandonos el mayor deseo de Moeckel: ser el tío de la caña de la Macarena en la Madruga y así ser el que da luz a la que alumbró a Cristo. Ahí es nada.

A la presentación sigue la audición de la marcha que Abel Moreno compuso en 1996 para nuestra Dolorosa (Inmaculada Madre de la Iglesia). Llego el momento. Con la ultima nota de la marcha Moeckel salta como un resorte de su asiento a comerse el estrado.

Comienza anunciando lo que ya sabíamos, no viene a soltarnos una serie de ripios. Se confiesa un esposo de segunda, profesional de tercera y cristiano de cuarta pero la persona mas importante del mundo (sic) ya que Dios mando a su Hijo para redimir a un ser tan imperfecto como el.

Domina también a la perfección la palabra. Solo ha traído unas pequeñas notas escritas que va desarrollando. Pero domina también la oratoria. Intercala de vez en cuando anécdotas y chascarrillos que en muchos casos hacen reír a los asistentes que no pierden atencion a todo lo que Moeckel dice. Con una divertida anécdota convierte en cofrades a Marx, Freud y Voltaire. Genio y figura.

Se gana al publico ya de inicio cuando dice que no sabe si esta en Madrid o en Sevilla. Dedica palabras muy cariñosa a la Hermandad de Los Estudiantes, elogia lo que ha visto: ilusión, esfuerzo, hermandad. Mide muy bien su sevillania ya que sabe que si habla en clave sevillana a lo mejor no le siguen. Pese a ello, cuenta numerosas anécdotas de nuestra ciudad.

Hace una defensa fuerte y decidida de los cofrades como manera de vivir la fe. No somos cristianos de segunda, sino mas bien al contrario. Guante de seda. Mano de hierro, los cofrades hemos de ser valientes y proclamar a todos nuestra fe sin ningún tipo de vergüenza. Aquí se para un poco a hablar de la defensa de la vida y otros aspectos de nuestra sociedad en los que los cristianos deberíamos estar mas presentes.

Aunque comenzó diciendo que no iba a hacer rimas, termina su Pregón con una mezcla de versos tomados de Nuño y de Machado con un ligero aliño Moeckel en los que anuncia su intención de estar en Madrid el Domingo de Ramos. Te tomamos la palabra Pregonero.

Minutos largos de aplausos. Moeckel se desmontera y sale a los medios a saludar y dar las gracias. Siguen los aplausos. Se procede a la entrega por el Hermano Mayor de un cuadro conmemorativo del Pregón, regalo que Moeckel agradece y hace alusión al tamaño del cuadro. También hay cuadro de recuerdo para Robles que también lo agradece.

El publico sigue en pie y sin marcharse ya que quieren pasar a saludar a los dos fenómenos venidos de Sevilla y manifestarles su gozo por la hora larga que han vivido llena de intimidad pero también plena de magia. Ha habido una total comunión entre el Pregonero y el auditorio. Una señora espeta a Moeckel que se ha sentido como en la camilla de la salita de su casa. Ha sido tanto el cariño y la cercanía del Pregonero, les ha llegado tan adentro, ha transmitido tan bien su mensaje que se han sentido muy pero que muy a gusto, como en casa.

En definitiva, éxito total de Moeckel y Robles del que se hablara mucho y durante mucho tiempo en Madrid. Como decía un Hermano Mayor de una de las Hermandades de Madrid presente en el acto, esto ha sido un pelotazo.

Posteriormente, se ha celebrado una comida de Hermandad a la que han asistido el Pregonero y el Presentador y su esposa en la que a los postres ambos han tenido de nuevo palabras de agradecimiento y cariño para la Hermandad de Los Estudiantes y han comentado diversas anécdotas. Todo ha sido espectacular ya que incluso el Sol también estuvo radiante en Madrid.

Fotos: J. M. V. V.

Muy recomendado. El pregón pasteurizado. Antonio Burgos. Diario ABC.

Como lo ha contado Francisco Robles, que estuvo allí en plan Rosamar Prieto, presentando al pregonero, lo creo a pie juntillas. Dice Robles que Joaquín Moeckel, mi apoderado, dio el pregón de la Semana Santa organizado por la Hermandad de los Estudiantes de Madrid. Supongo que esta Hermandad de los Estudiantes de Madrid es la que no protestó y se calló la boca cuando el Manuel Ramón Alarcón de Madrid, decano de la Facultad de Derecho de Madrid, quitó los crucifijos de las aulas universitarias de Madrid, que representaban precisamente al Cristo de esa cofradía de Madrid. ¡Qué cosas pasan en Madrid, qué cofradones más cobardones los de Madrid!

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El pregón de Moeckel. Ignacio Ruiz Quintano. Diario ABC de Madrid.

No sé si hoy habría que hablar de los coloquios ciudadanos (amenizados con taquitos de atún) de Tomás Gómez en Buenavista, pero prefiero hacerlo del pregón de Semana Santa que Joaquín Moeckel dio el domingo en la Basílica Pontificia de San Miguel, por invitación de la Hermandad Sacramental y Cofradía de Nazarenos del Santísimo Cristo de la Fe y del Perdón, María Santísima Inmaculada, Madre de la iglesia y Arcángel San Miguel (Los Estudiantes). Moeckel, que es alemán del Arenal de Sevilla, tiene estas cosas. ¿Qué cosas? Pues echar el Día de Andalucía en Madrid dando un pregón de Semana Santa.

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Moeckel pregona desde el compromiso. Basilio García. El Correo de Andalucía.

La designación de Joaquín Moeckel como encargado de pronunciar el XVI Pregón de Semana Santa que organiza la hermandad de Los Estudiantes de Madrid, levantó unas expectativas en el orbe cofrade de la capital de España que el abogado ha cumplido con creces.

El pregón, que siguió a la función principal de la corporación capitalina, comenzó con la reproducción por megafonía de la I Saeta del Silencio, a la que siguió la presentación del pregonero a cargo del periodista sevillano Paco Robles. Tras ésta, de nuevo en megafonía sonó la marcha Inmaculada Madre de la Iglesia, obra de Abel Moreno y dedicada a la titular mariana de la hermandad.

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Pasteur. Francisco Robles. Diario ABC.

No es una errata. Este artículo de vísperas se llama así: Pasteur. Ayer, en Madrid, el ubicuo Joaquín Moeckel metió a Pasteur en el pregón que pronunció en la cripta de la Basílica de San Miguel. La hermandad de Los Estudiantes, que depende directamente de la Nunciatura, organizó el acto con una deferencia y unos detalles hacia los intervinientes que nos hicieron recordar cómo se trata al personal en esta Sevilla de nuestras entretelas marineras. Moeckel se subió al atril con menos papeles que la caseta de cierto concejal que ahora no viene a cuento. Y largó. Vaya si largó.

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Nota: Publicado el lunes 1 de marzo.

 

Muy recomendado. En Madrid nació un nuevo tipo de pregón. La Ventana. Luis Carlos Peris. Diario de Sevilla.

Sobre el atril, sus manos, sólo sus manos. A falta de lujosas pastas repujadas repletas de folios que sólo con ver su volumen mira uno el reloj, el pregonero no llevaba un solo papel. Se sacudió los nervios poco a poco, muy poquito a poco y yendo sobre los pies para desgranar un pregón sui géneris para que desde ya tengamos que dividir los pregones entre normales, los de toda la vida, y moeckelianos. Acompañado de una cuadrilla tan breve como competente, con su padre, don Otto, en el callejón con el fundón en perfecto estado de revista y Pacorrobles al loro de cuanto necesitara el matador, Joaquín Moeckel pregonó la Semana Santa a la vera de la Nunciatura, a tiro de piedra de la Cava Baja. Sin un solo papel y ni un solo ripio, el racial abogado baratillero creó un nuevo estilo de pregón. Muy a tono con la cruda realidad que vivimos, con alguna cita de culto, dicen que sorprendió y, a algunos, hasta muy gratamente.

Nota: Publicado el 3 de marzo de 2010.