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La hermandad baraja poner vigilantes privados al Gran Poder. José Gómez Palas. El Correo de Andalucía.


A partir de ahora, ya nada será igual. La hermandad del Gran Poder adoptará "preventivamente" medidas de seguridad adicionales en el camarín del Señor una vez que la imagen del Nazareno, que ya está siendo restaurada por el imaginero Luis Álvarez Duarte, sea repuesta al culto a finales de esta semana en la basílica que lleva su nombre.

El hermano mayor de la cofradía de San Lorenzo, Enrique Esquivias, ha adelantado que estas medidas podrían consistir "o bien en restringir el horario de acceso de los fieles al camarín o en poner vigilancia privada, o una mezcla de ambas cosas". "Algo habrá que hacer para evitar que este tipo de situaciones se repitan en un futuro", reconoce Esquivias, para quien este desagradable suceso obliga a la hermandad a abrir una "reflexión serena" en torno a la seguridad de la imagen.

"Una obra de arte es fácil de proteger. Se blinda y ya está. El problema de las imágenes de culto es más complicado, porque debemos compaginar la protección y seguridad del Señor con el acceso y la cercanía de sus devotos", apunta el hermano mayor.

Esquivias recuerda que hay obras de arte universales -caso del conjunto escultórico de la Piedad de Miguel Ángel, que se conserva en la Basílica de San Pedro de Roma, o el cuadro de la Gioconda del museo parisino del Louvre- que han sido blindadas tras ser objeto de agresiones o robos. El caso del Gran Poder es distinto. "El acceso de los devotos al camarín del Señor es algo consustancial a la devoción del Gran Poder. Habrá que reflexionar y pensar cómo se puede aumentar la seguridad del Señor sin impedir el acceso de sus devotos".

La primera medida provisional, a la espera de otras definitivas, podría ser la contratación de un vigilante privado para custodiar el camarín, un servicio del que ya dispone la hermandad de la Macarena desde hace años. "Cuando se abre el camarín de la Virgen los sábados y los domingos siempre hay un vigilante privado arriba. Se trata siempre de la misma persona y se pone en la entrada del camarín o bien enfrente en función del tipo de gente que vea", ilustra Manuel García, hermano mayor de la Macarena. Además, en el besamanos de la Esperanza Macarena, en el mes de diciembre, un vigilante de seguridad se sitúa al lado del monaguillo que limpia los besos de los devotos "para evitar problemas". "El ver a una persona uniformada siempre causa un gran respeto", recalca el hermano mayor macareno.

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