Candelaria, nuestra Madre de Dios

Francisco Santiago. Hoy no voy a hablarles de la Patrona de capataces, ni tampoco de la divinidad lasaliana que nació en la calle Riscos, hoy me pierdo en zonas de Sevilla desconocidas para muchos cofrades, pero que en ellas habita la ilusión de estar con una Madre de categoría.

Nos han enseñado a quererla, a visitarla e incluso a que Ella misma, ataviada de Madre de la Iglesia Dolorosa, venga desde Nervión a compartir cariño y Hermandad.

Yo soy de momentos vividos, de gestos y ratos de convivencia y he de reconocer que, a pesar de la distancia desde mi barrio hasta La Candelaria, me siento parte de ellos y, cómo no, de Ella.

Gracias por compartir tu belleza, por dejar al párroco que te muestre en el Altar Mayor del templo que lleva tu nombre y por enamorar a este grupo de locos que forman tu HERMANDAD, en mayúsculas y venerándote en el día de tu onomástica.

Felicidades Madre de Dios, por supuesto de La Candelaria.

Fotos: Francisco Santiago

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