El altar mayor de la Magdalena y los 400 años del Calvario

Francisco Santiago. Ha sido una conjunción de casualidades que han concluido con una imagen magna, digna de los anales de la historia de las Cofradías de Sevilla y de la propia ciudad.

El triduo con el que la Hermandad del Calvario ha concluido los actos del 400 aniversario de su Cristo Titular, ha coincidido con la finalización de las obras de restauración del retablo mayor de la parroquia de la Magdalena, lo que nos ha dejado un conjunto monumental infinito.

Como es habitual, los restauradores Almudena Fernández y José Joaquín Fijo, han sido los encargados de completar esta última etapa, al igual que lo hicieran con anterioridad con las imágenes que complementan este inmenso retablo barroco.

Como es habitual, el oro y la madera se habían ennegrecido con el paso del tiempo, a causa de la suciedad y el humo de los cultos, además de la recuperación de las piezas perdidas. Un año de trabajo que nos ha dejado, como nuevo, el esplendor del siglo de oro sevillano.

Si a esto le sumamos el Crucificado de Ocampo presidiendo el altar mayor con el triduo extraordinario que pone fin a los actos y cultos del 400 aniversario del Cristo del Calvario, los que lo hemos visto podemos decir y presumir de esta recuperación de la historia viva de Sevilla, desde que fuera gubiado por Francisco de Ocampo en 1612.

Fotos: Francisco Santiago