Provincia. Entre todos. "salvemos el Convento de las Hermanas de la Cruz de Las Cabezas de San Juan. Jose Manuel Alonso Montes

Tras la marcha de la compañía de las Hermanas de la Cruz en la noche buena del año 2006 el convento de San Diego cerró sus puertas y la congregación religiosa entregó el edificio al arzobispado de Sevilla.

El convento que, en su día, fuera construido a expensas de los Condes de Villacreces, Dña. Carmen de la Cámara y Benjumea y su esposo D. Diego de Morla y Campuzano -cuyos cuerpos se hayan sepultados, actualmente, en la propia capilla del convento-, ha estado mantenido y cuidado por la compañía de las Hermanas de la Cruz durante más de cincuenta años; al mismo tiempo, ellas mejor que nadie, supieron dar a nuestro pueblo el mayor de los amores y cariños a los más necesitados.

Sin embargo, hace unos años que la estima recíproca y la sensibilidad mutua entre los cabeceños y cabeceñas para con estas "hermanitas" se diluyeron y no por culpa de ambas partes. Desde entonces, muchos han sido los rumores de reapertura del convento. Si bien, lo cierto es que a día de hoy, todavía no hay ninguna solución a este asunto, mientras la ciudadanía cabeceña sigue añorando y sintiendo una gran pena por el estado actual en que se encuentra el edificio.

Por su parte, la idea actual del arzobispado de Sevilla es la de reabrir de nuevo este lugar de culto con una nueva congragación religiosa a su cargo - una realidad muy lejana, se hace pensar, según la situación en la que se encuentran las vocaciones religiosas en la actualidad-.

Cuál ha sido la sorpresa cuando, muy lejos de ser nuevamente abierta, en los días pasados ha corrido la noticia que la parroquia de San Roque, que se encuentra actualmente en reforma, ha solicitado al arzobispado de Sevilla el trasladar el retablo mayor del Convento de las Hermanas de la Cruz a su parroquia, lo que agudizaría aún más el estado de abandono del mismo y lo despojaría del único elemento que ha quedado en el recuerdo de lo que un día fue la vida de formación de muchísimos hijos e hijas cabeceños y cabeceñas.

Por tanto, entre todos y todas tenemos que trabajar y pedir que, de nuevo, sea reabierto al culto, no debiendo permitir que, según los intereses de cada uno, se vaya desvalijando poco a poco un pellizco de patrimonio de este edificio. Es triste que, por los intereses y motivaciones de algunos vecinos de Las Cabezas de San Juan, se comiencen una disputa flagrante en este sentido, ya que no sería justo que, lo único que ha quedado entre las paredes de este convento, también sea trasladado de lugar, a lo que debemos sumar el hecho de que el supuesto traslado de ubicación pueda ocasionar daños irreparables al retablo mayor de la capilla del convento.

Por último y como objetivo expreso de esta denuncia, debemos insistir en no tratar de cambiar la historia de este convento, no lo condenemos al olvido, sino todo lo contrario. Sumemos fuerzas para ayudar a mantener intacto todo cuanto atesora este patrimonio religioso que, al fin y al cabo, de una manera u otra, repercute en todos los vecinos y vecinas de nuestra localidad para que, en un futuro esperando no sea lejano, de nuevo pueda recobrar la vida que un día le arrebataron.

Foto: José Manuel Alonso