Sevilla se quedó sin verte por tus calles, Pastora y Emperatriz de cielo y tierra

Javi Jiménez. En la tarde de ayer, cuando el reloj anunciaba las siete de la tarde, la Junta de Gobierno de la Pastora de la calle Amparo tomó la decisión de no hacer su procesión triunfal y de alabanza.

Eran muchas las ganas de todos sus hermanos de realizar dicha procesión pero el tiempo impidió que se pudiera realizar.

La procesión de la Divina Pastora hunde sus raíces en las tradicionales celebraciones de las hermandades de Gloria de Sevilla, que veneran a su titular en su mayoría la Virgen, algunos santos y santas y sólo una al Sagrado Corazón de Jesús le dedican cultos en el tiempo más cercano a la fiesta de su onomástica o en una fecha tradicionalmente designada para ello.

Sobre el paso destaca la imagen titular, realizada en 1705 por Francisco Antonio Gijón, en actitud sedente, de talla completa con brazos articulados, que ha sido restaurada en reiteradas ocasiones, la última por Juan Manuel Miñarro en 1992. La imagen se presenta ricamente ataviada con diferentes piezas. La saya está bordada en oro sobre tisú de plata. Los bordados son de autor anónimo de finales del siglo XIX, atribuibles a cualquiera de los artesanos que estuvieron vinculados con la corporación.

La banda que acompaña siempre el paso de la Divina Pastora es la Banda de Música “Nuestra Señora del Sol” dirigida por Rafael Ruibérriz de Torres, flautista con amplio currículum en música sinfónica que dirige esta formación unida a la Hermandad del mismo título que procesiona el Sábado Santo.

El capataz del paso es  Manuel Antonio Santiago Muñoz, auxiliado de su equipo, que toca un llamador realizado en 1971 por Seco Velasco figurando un cordero de bulto redondo. La cuadrilla va formada por treinta costaleros.

Destacar la escolta de la Veterana que este año se estrenaba en la procesión.

Galería dedicada a todos los hermanos de la Pastora.

Fotos: Javi Jiménez /Francisco Santiago