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La Casa de Hermandad de la Macarena se inaugura para ser la casa de todos


Arte Sacro. Ayer tuvo lugar la presentación de la nueva casa de hermandad de la Macarena, en la que el Hermano Mayor José Antonio Fernández Cabrero, el presidente de la empresa constructora Heliopol, Miguel Rus, y el arquitecto del proyecto Rafael Cuadrado, explicaron a los medios en que ha consistido la remodelación de la misma.

Los hermanos y hermanas podrán visitarla en las jornadas de puertas abiertas que se celebrarán este viernes y sábado, 22 y 23 de junio, en horario de 10:00 a 14:00 horas y de 18:00 a 21:00 horas.

Hoy jueves a las 21:30 horas, el Arzobispo de Sevilla, Juan José Asenjo, la bendecirá contando con la participación de su Hermano Mayor y el Alcalde de Sevilla, Juan Espadas, además de otros invitados institucionales y representantes de los diferentes colectivos de la corporación. 

Casi 800 metros cuadrados materializan el nuevo concepto de casa de hermandad como espacio abierto a todos, hermanos, visitantes y a la ciudad en general, que ve la luz tras siete meses de obras, y sin desviaciones en los plazos ni en el presupuesto.

Los espacios han sido reordenados bajo criterios de accesibilidad, funcionalidad y eficiencia, además de dotar a la nueva casa de unidad, resolviendo así los problemas arquitectónicos anteriores derivados de la unión de dos edificios a diferentes cotas.

La reordenación permitirá intensificar la vida de Hermandad ya que los diferentes colectivos que la componen podrán desarrollar más actividades, con mayor participación y posibilitando la celebración simultánea de varios actos de distinto carácter. Como exponente de las posibilidades que se abren, destaca el nuevo Salón Esperanza Nuestra, que ha duplicado su aforo con respecto al anterior salón de actos, generando un espacio diáfano y versátil, dotado tecnológicamente para acoger cualquier tipo de acto. También es reseñable la nueva Biblioteca Antonio Rodríguez Buzón, concebida como espacio cultural de la Hermandad abierto a los hermanos y a la ciudad, donde cualquier persona podrá leer, escribir en su portátil o estudiar.

Merece especial mención la nomenclatura de los nuevos espacios y salas de la casa de hermandad remodelada, que se basa en el objetivo de dar una dimensión humana a estos espacios, reflejando a la vez la historia de la Hermandad, su raíz popular y el amplio espectro de realidades sociales que la han enriquecido a lo largo de su historia. Además, mediante la nomenclatura se quiere reconocer la contribución de todos los hermanos -sean del estrato social que sean- al engrandecimiento de la Hermandad.

Para ello, algunas estancias se han rotulado con los nombres de hermanos y hermanas concretos que representan al conjunto del cuerpo social de la Hermandad. Entre ellos, destacan el Salón Victoria Sánchez, en homenaje a la limpiadora de San Gil que, jugándose la vida, cobijó en su casa a la Virgen de la Esperanza en los dramáticos sucesos previos a la Guerra Civil española; la Biblioteca Antonio Rodríguez Buzón, en recuerdo del poeta popular que dedicó los versos más aclamados a la Virgen de la Esperanza y que son recordados por todo el mundo; y el Espacio Juan Manuel Rodríguez Ojeda, en memoria del genial creador del estilo macareno. Destaca también Atención al Hermano -sustituye a la antigua Secretaría-, en cuya nomenclatura se prioriza a la persona -el hermano-, el centro de todas las actuaciones de la Hermandad.

La inauguración de la Casa de Hermandad culmina un proyecto –iniciado en la anterior Junta de Gobierno, presidida por Manuel García- que busca un espacio funcional, polivalente, moderno y abierto a los hermanos y a la ciudad; en definitiva, un proyecto con voluntad de convertirse en la Casa de todos.

Hoy jueves, el Arzobispo de Sevilla, Juan José Asenjo, la bendecirá contando  con la participación de su Hermano Mayor y del Alcalde de Sevilla, Juan Espadas, además de otros invitados institucionales y representantes de los diferentes colectivos de la corporación.

LA NUEVA CASA DE HERMANDAD DE LA MACARENA

1. LA HERMANDAD DE LA MACARENA.

La Cofradía del Nuestra Señora del Santo Rosario, Nuestro Padre Jesús de la Sentencia y María Santísima de la Esperanza Macarena se funda a finales del siglo XVI en el hoy desaparecido Convento de San Basilio. Se traslada posteriormente a la iglesia de San Gil, incendiada en 1936, donde permanecerá hasta 1949, año en que se inaugura la actual Basílica.

2. LA BASÍLICA.

La Basílica de Santa María de la Esperanza Macarena es bendecida el 18 de marzo de 1949 por el Cardenal Arzobispo de Sevilla, don Pedro Segura y Sáenz, y el día siguiente se trasladan las Imágenes Titulares de la Hermandad de la Macarena.

De estilo neobarroco, inicia su construcción en el año 1940 bajo proyecto de Aurelio Gómez Millán. El edificio será objeto de modificaciones a lo largo del tiempo que afectan fundamentalmente a la espadaña principal y a la que, en origen, fue la casa del capiller y tienda de recuerdos.

Esta distribución se modifica en 2009, trasladando la tienda de recuerdos a la entrada del remodelado tesoro-museo y dejando en la parte derecha el despacho del capiller y unos aseos.

Entre 2016 y 2017, y como preámbulo del posterior proyecto de la Casa de Hermandad, se acometieron reformas en el atrio, la Basílica y el Camarín para garantizar el acceso de las personas con movilidad reducida a zonas que, hasta entonces, no eran accesibles.

3. LA CASA DE HERMANDAD.

En 1990 se adquirió la actual Casa de Hermandad, sita en la colindante Bécquer número 3, uniéndose a las dependencias de la Basílica en planta baja y primera, sin verse afectada su distribución.

En ese momento la Casa de Hermandad se distribuía en tres plantas:

▪             Planta baja: despacho del capiller, aseos, patio, salón multiusos, cafetería, almacén y despacho.

▪             Planta primera: destinada a despachos, sala de juntas, administración y aseo.

▪             Planta segunda: destinada a despachos, almacenes, aseo y vestuario.

▪             Planta azotea: maquinaria de aire acondicionado.

4. JUSTIFICACIÓN DE LAS OBRAS

La Casa de Hermandad, tal y como estaba estructurada hasta el año 2018, provocaba una serie de molestias y problemas en el funcionamiento diario, achacables al surgimiento de nuevas necesidades no existentes en épocas anteriores, y que urgían una solución. Se podría resumir esta problemática en:

A)           Accesibilidad. El acceso a las plantas primera, segunda y a la cubierta solo podía realizarse a través de las distintas escaleras existentes. Cualquier persona con movilidad reducida, se topaba con serias dificultades para llegar a las dependencias superiores, si no le resultaba directamente imposible.

B)           Unión. El inmueble existente era el resultado de la unión de hecho (1990) de la que en origen fue la casa del capiller y tienda de recuerdos, calle Bécquer número 1, y la casa sita en la colindante Bécquer número 3. Dicha unión se llevó a cabo a cota de planta baja y primera, pero con soluciones poco accesibles, funcionales y estéticas. 

C)           Funcionalidad. La distribución y organización de los despachos y salas, así como su funcionalidad, eran bastante caóticas y deficientes.

Estos problemas de accesibilidad, unión y funcionalidad, se traducían en dificultades de uso en el día a día de la Casa de Hermandad. Así, por ejemplo, el despacho del Hermano Mayor o la Sala de Juntas, se encontraban en la zona menos noble del inmueble, al fondo tras el patio, en vez de en la fachada como sería lógico.

Del mismo modo, para acceder a determinadas piezas era necesario atravesar otras, al no tener acceso directo desde zonas comunes o de paso, con todos los inconvenientes que ello genera. Uno de ellos, y el más acusado, era la sensación laberíntica y de hermetismo para el visitante no familiarizado con dicha distribución.

En la planta segunda, no existía una comunicación entre las dependencias procedentes de Bécquer 1 y de Bécquer 3. Además, nuevamente, existía una falta de criterio en la ordenación de los espacios, especialmente del Archivo de la Hermandad, dividido en estancias separadas por zonas de paso ajenas.

Finalmente, las plantas de cubiertas, también inconexas, estaban dedicadas exclusivamente para el almacenamiento de objetos y maquinaria de aire acondicionado.

5. DESCRIPCIÓN DEL PROYECTO DE REFORMA.

En base a lo expuesto anteriormente, y para dar soluciones a los problemas diagnosticados, el proyecto de reforma de la Casa de Hermandad proponía:

-             Introducir un ascensor para permitir el acceso a las plantas superiores de cualquier persona con movilidad reducida. Éste tenía que ubicarse en la medianera entre ambas casas, pues, al existir forjados alternos a diferentes cotas, era la única forma de poder acceder a todas.

-             Eliminar, o reducir, las diferencias de niveles y eliminar barreras arquitectónicas, en la medida de lo posible.

-             Reordenar los espacios, sobre todo en la planta primera y segunda, dando un mayor sentido jerárquico y funcional.

Teniendo en cuenta los objetivos, se dispusieron las siguientes actuaciones en la Casa de Hermandad:

Planta baja. Fundamentalmente, se han eliminado aseos antiguos y poco útiles (no adaptados al Reglamento que regula las normas para la accesibilidad), y se crean espacios más necesarios (un office para la cafetería o el despacho del Rector de la Basílica) y aseos nuevos, según normativa.

También se incorpora el uso del patio para las actividades que se vienen realizando en el Salón de Actos, ampliando los huecos de éste al patio, que queda cubierto con una montera, y permitiendo de esta manera un mayor aprovechamiento de esta zona.

[Total metros planta baja: 302,00 m² construidos; 264,79 m² útiles]

Planta primera. Por una parte, se traslada el despacho principal de la casa, el del Hermano Mayor, a la esquina de la fachada entre Bécquer 1 y 3, y la Sala de Juntas ocupa el resto del frente de Bécquer 3. Ha de tenerse en cuenta que estas estancias, además de ser la imagen corporativa y burocrática de la Hermandad, reciben a numerosas personalidades de todos los ámbitos sociales, políticos y empresariales. Al hilo de esta cuestión, también se modifica el área previa al balcón corrido existente a la fachada de Bécquer 1, creándose un espacio más abierto, que comunica de una manera diáfana ambos inmuebles, sirve de sala de recepciones y de desahogo del mencionado mirador en momentos puntuales, pero de muchísima importancia para la vida de la Hermandad, como es la Madrugada del Viernes Santo.

Por otra parte, se recoge -y se prioriza- la zona de Atención al Hermano así como los despachos de Mayordomía y Secretaría. Estas actividades funcionan conjuntamente y son el motor de la vida administrativa diaria de la Hermandad, de ahí que se hayan dispuesto de forma articulada.

Además, se ha huido de la distribución del espacio -algo arcaica- en despachos individuales (Mayordomo de la Esperanza y Mayordomo del Rosario, o Secretario de la Esperanza y Secretario del Rosario) para ir a conceptos más actuales, funcionales y generadores de sinergias, e implantar despachos compartidos y salas de reunión comunes, donde poder alternar reuniones de grupo o individuales según el caso, optimizando así el espacio disponible y dotando a la planta de polivalencia, flexibilidad y adaptabilidad a las necesidades de cada momento.

Se ha ubicado, también en la planta primera, un recinto para todas las instalaciones de telecomunicación, informática y vigilancia, además de unos aseos comunes, usos ambos que anteriormente no existían.

[Total metros primera planta: 302,00 m² construidos; 248,64 m² útiles]

Planta segunda. Siguiendo los mismos principios que en la planta primera, se han creado espacios abiertos y comunes para recoger distintas funciones y usos. De esta manera, se ha trasladado todo el Archivo, y la zona de trabajo relacionada con éste, a la zona tras el patio, más protegida y que nos permite agrupar ambos usos.

Otros dos espacios nuevos son el Salón de los Recuerdos (Espacio Juan Manuel Rodríguez Ojeda) y la Biblioteca (Biblioteca Antonio Rodríguez Buzón), que se ubican en el frente de Bécquer 3, por ser esta zona más representativa y visible. En la zona de transición entre estos nuevos espacios y el archivo, se han ubicado, al igual que en la planta primera, unos aseos comunes, inexistentes antes. En la fachada a Bécquer 1, se han concentrado las distintas piezas existentes en un solo espacio (Sala Coronación).

Todas estas estancias, salvo el Archivo, se han tratado como salas multiuso, incidiendo de nuevo en la idea de optimizar el espacio disponible y convertirlo en polivalente. De esta manera, cada colectivo de la Hermandad dispondrá de los salones según las necesidades, y de acuerdo con el resto de grupos, evitando así los espacios cerrados de uso privativo e infrautilizados.

[Total metros segunda planta: 302,00 m² construidos; 226,56 m² útiles]

Plantas de cubiertas. Estas plantas, antes inconexas, se han conectado entre sí y se han dotado de aseos y espacios de almacenamiento para rescatar, tal y como se hacía antaño, para lavaderos y/o celebraciones, recuperando así el uso lúdico de las azoteas en la ciudad.

[Total metros cubiertas: 32,00 m² construidos; 27,30 m² útiles]

Total de metros de la Casa de Hermandad:

938,00 m² construidos.

767,29 m² útiles.

6. IMAGEN.

Una vez determinadas y resueltas las necesidades de la Casa de Hermandad de la Macarena, otro aspecto fundamental, en cualquier proyecto, son los materiales y acabados.

Como se ha explicado en puntos anteriores, la realidad existente hasta la reforma ejecutada era la de dos casas inconexas, pero no solo físicamente, sino también formalmente. No existía un lenguaje estético, ni de imagen, de conjunto, de “casa”. Era más bien una amalgama de colores, acabados, texturas, materiales, etc., de dos casas distintas que se habían unido, pero sin llegar a integrarse, a ser una.

Por ejemplo, en la planta baja se han recuperado algunas puertas en madera, por la calidad material de las mismas, mediante un proceso de restauración en el que se han reconstruido pérdidas y eliminado tinturas artificiales, devolviéndoles su tono natural y más veraz. Partiendo de aquí, se ha elegido un modelo en madera de tono parejo, unificando así las puertas de la nueva casa.

En el caso de los revestimientos, de igual forma, se decidió el uso de mármol blanco en todas las zonas nobles de la casa, al igual que ya existía en la planta baja, introduciendo algunas cenefas y alfombras de mármol verde índigo, como elementos de ordenación en el solado, y en estancias o espacios muy significativos. Para los aseos y zonas de trabajo, se han utilizado materiales sintéticos, más resistentes, y en tonos neutros.

Respecto de las instalaciones, solo comentar que se han adaptado a los requerimientos del Código Técnico de la Edificación (CTE), destacando el cambio de toda la iluminación por tecnología led, la modernización y mejora del rendimiento de la climatización y un sistema de última tecnología para la protección antincendios del Archivo de la Hermandad.

7. FILOSOFÍA DEL PROYECTO.

Desde el primer momento, la Hermandad de la Macarena solicitó que el proyecto de reforma de la Casa de Hermandad pivotara sobre tres objetivos fundamentales, que, una vez finalizado el proyecto, se han logrado.

El primero, y obvio, era que cualquier hermano o visitante pudiera llegar a cualquier parte de la casa sin obstáculos, o con los menos posibles. Así ha sido. La casa es accesible para todo el mundo.

El segundo, y tal vez el más importante, pues en cierta medida contiene al primero: espacios amplios, conectados y ordenados al tiempo que funcionales y útiles.

Y el tercero, el más ambicioso de todos y que otorga sentido a un proyecto de esta magnitud: la casa de todos.

8. NOMENCLATURA DE LOS ESPACIOS.

La elección de la nomenclatura de los nuevos espacios y salas de la Casa de Hermandad rehabilitada se basan en una idea general: dar una dimensión humana a estos espacios, dotarlos de una “calidez” a través del lenguaje restando la tradicional frialdad de nomenclaturas que priorizan la función del espacio sobre quienes van a hacer uso de ellos; se trata, a través de la nomenclatura, de eliminar las “barreras psicológicas” que hacían distante e infranqueable algunas estancias de la Casa de Hermandad para favorecer la apropiación de la misma por parte del cuerpo social de la corporación. De esta manera, los nombres pretenden “humanizar” la Casa de Hermandad y hacerla más cercana, incluso familiar.

Del mismo modo, la nomenclatura pretende reflejar la historia de nuestra Hermandad, y su raíz popular, así como el amplio espectro de realidades sociales que se han acercado a ella a lo largo de estos siglos. A través de los nombres queremos mostrar la riqueza y heterogeneidad humanas que sustentan a la Hermandad de la Macarena.

Por último, la nomenclatura sirve, una vez cumplidos los dos objetivos anteriores, para reconocer a los hermanos que, con su aportación, han engrandecido a la Hermandad de la Macarena a lo largo de su historia.

Entre los espacios y estancias, cabe destacar los siguientes por la significación de la nomenclatura utilizada para rotularlos.

Sala Victoria Sánchez. Victoria Sánchez Contreras era limpiadora en la parroquia de San Gil en la década de los 30 del siglo pasado y vivía en un corral de vecinos, en la calle Escoberos 31. Cuando se iniciaron los altercados sociales que desembocaron en la quema de algunas iglesias e Imágenes, esta mujer, anónima y humilde, no dudó en ocultar a la Virgen de la Esperanza en su casa para evitar que ardiera en un posible incendio de San Gil. La Virgen pasó dos noches de mayo de 1932 en su casa, donde Victoria Sánchez durmió en el suelo para ceder su cama a la Virgen de la Esperanza como si se tratara de un familiar. Victoria Sánchez se jugó la vida por la Virgen de la Esperanza ya que en esos días convulsos, y viviendo en un barrio conocido como el Moscú Sevillano, cualquier cosa podría haber pasado de ser descubierta la Virgen en su casa. Consideramos, por tanto, de justicia que la Hermandad ponga el nombre de esta mujer de barrio y humilde, que cedió una habitación de su casa a la Virgen de la Esperanza para salvarla, a una sala de su nueva Casa de Hermandad. Quien cedió una sala de su casa ahora tiene una sala en la Casa de aquella a quien se la cedió. 

Salón Esperanza Nuestra. Es el salón principal de la Casa de Hermandad, donde se celebrarán todos los actos importantes y, por tanto, el lugar donde se reunirán los hermanos y personas no hermanas. Y qué mejor manera de nombrar un espacio de convivencia, reunión y comunicación, que aglutinará a todos los hermanos y no hermanos, que con el lema que aglutina a todos los macarenos -recogido en las Reglas de la Hermandad- “Esperanza Nuestra, Salve”; en este caso, Esperanza Nuestra. Además remite sin duda a la Virgen de la Esperanza, verdadera aglutinadora de hermanos y no hermanos en una misma devoción compartida y universal, bajo la que todos nos sentimos acogidos: ese sentimiento de casa común, acogimiento, unidad, apertura y universalidad se materializa en la principal estancia de la Casa de Hermandad.

Biblioteca Antonio Rodríguez Buzón. Posiblemente Antonio Rodríguez Buzón no sea el mejor poeta que haya dedicado versos a la Hermandad y a la Virgen de la Esperanza. Sin embargo, es indudable que los versos de su Pregón sí son los más aclamados y recordados por el pueblo; su poema ‘Como tú ninguna’ se ha convertido en patrimonio literario de nuestra Hermandad y en un símbolo por el que se reconoce a la Virgen de la Esperanza. Por tanto, consideramos más que justificado que un ámbito para la cultura y abierto a cualquier persona lleve el nombre de este poeta popular e indisolublemente unido a nuestra Hermandad.

Espacio Juan Manuel Rodríguez Ojeda. La nomenclatura elegida para este ámbito representa, por un lado, su carácter polivalente, multiusos y abierto a todos los colectivos, de ahí que hayamos optado por llamarlo ‘Espacio’; por otro lado, esta característica que lo define, la polivalencia y la riqueza de actividades, definen también la figura del genial creador Juan Manuel Rodríguez Ojeda, de incansable actividad y espíritu abierto.

Atención al Hermano. La nomenclatura para designar la antigua ‘Secretaría’ sigue el principio antes mencionado, priorizar a la persona y restar la frialdad que transmiten los nombres burocráticos. Además es coherente con el programa de la Junta de Gobierno, que se fundamentaba en situar al hermano en el centro de todas sus actuaciones.

9. LA CASA DE HERMANDAD, LA CASA DE TODOS.

Todas y cada una de las actuaciones descritas en este documento tenían una finalidad concreta -solucionar problemas concretos- y otra general, que ha presidido todo el desarrollo del proyecto y es coherente con el concepto de una Hermandad de puertas abiertas. De este modo, se ha trabajado para que la Casa de Hermandad, que ahora inauguramos, sea una casa abierta a todos a los hermanos, por supuesto, pero también a los visitantes y a la ciudad de Sevilla.

Para los hermanos, evitando la distribución laberíntica y hermética anterior, que la hacían inaccesible e incomprensible para quienes no la conocían en profundidad. Algo que provocaba una imagen de cerrazón, y casi ocultismo, además de múltiples incomodidades para el hermano que quería realizar cualquier gestión.

Para los visitantes, erradicando ese mensaje subliminal de que era un espacio cerrado y vetado para quienes no fueran unos “iniciados” en la Hermandad. Esta circunstancia suscitaba dificultad para que el visitante se sintiera a gusto en la Casa de Hermandad, trasladando una imagen de privatismo exacerbado que establecía una barrera física y psicológica difícil de franquear.

Para la ciudad, cambiando por completo el concepto de la Casa de Hermandad y dándole una proyección social y ciudadana. El concepto existente -potenciado por la propia distribución arquitectónica- era el de una Casa de Hermandad para uso administrativo de la corporación y de los hermanos pertenecientes a algún colectivo; es decir, tan restrictivo que podría resumirse en la expresión “de la puerta hacia dentro es mi casa”, sin integrarse ni dialogar con el entorno en el que se sitúa.

El proyecto de la Casa de Hermandad materializa un nuevo concepto de espacio abierto a todos y en diálogo constante con el barrio, la ciudad y la sociedad. Al igual que la Hermandad de la Macarena no puede estar “desconectada” ni “aislada” de la sociedad en la que está inserta, su Casa de Hermandad tampoco puede estarlo. De ahí que los nuevos espacios estén pensados como una invitación arquitectónica a la acogida y como la traducción en un edificio de la idea de una Hermandad de puertas abiertas y universal. Ese es, además, el sentido último del espacio: que sea usado por hermanos y visitantes; que la ciudad “se apropie” de él para disfrute de los sevillanos y sevillanas.

Una Hermandad universal como la Macarena, requería una Casa de Hermandad universal y abierta; y al igual que la devoción a la Virgen de la Esperanza es patrimonio común de muchas personas que, sin ser hermanas, la sienten como propia, la Casa de Hermandad debe ser sentida como propia por todo el que se acerque a nuestra Hermandad.

Fotos: Juan Alberto García Acevedo.










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