Provincia. Una década después la Divina Pastora vuelve a su Santuario en Los Pajares de Cantillana
Manuel Pinto Montero. Cantillana se desbordó de fervor la mañana del pasado 27 de septiembre cuando la Divina Pastora de las Almas se reencontró con sus romeros tras una década sin acompañarlos en el camino. Desde 2015 la Divina Pastora no recorre las calles de Cantillana en su carreta de plata, una estampa que se puede ver cada cinco años pero que en el año 2020, por motivos de la pandemia, no se pudo vivir.
Numerosos romeros acompañaron a la bendita imagen pastoreña por las calles principales de la Villa hasta llegar a la Avenida de Nuestra Señora de la Soledad donde tuvo lugar la ofrenda floral de los caballistas, antes de continuar su camino hasta Los Pajares. La bellísima imagen de la Divina Pastora de las Almas, atribuida a la gubia de Ruiz Gijón, es portada en carreta de plata realizada por los talleres de Villarreal, siendo bendecida el 30 de septiembre de 1961. En esta ocasión fue exornada de flores blancas.
Los pastoreños cantillaneros convivieron durante el fin de semana junto al Santuario de la Divina Pastora, a uno dos kilómetros de la localidad. Este templo fue levantado durante los años cincuenta del siglo veinte y fue bendecida el 30 de septiembre de 1960, con presencia de la bendita imagen de la Divina Pastora. El templo fue diseñado por Aurelio Gómez Millán donde destaca su blancura y la esbelta espadaña.
El domingo con la caída del sol regresa la Divina Pastora a Cantillana que la espera entre fervores demostrando de nuevo su fe y devoción por aquélla que soñará Fray Isidoro de Sevilla en 1703 y que hizo que en 1720 naciera su devoción en Cantillana, que sigue su camino después de tres siglos de devoción pastoreña.
Fotos: Manuel Pinto Montero.