La Esperanza de Triana cerró la Misión y conmemoración del LXXV aniversario del Dogma de la Asunción de María con la solemne función y la procesión triunfal
Fco Javier Montiel. Una atmosfera de hondo recogimiento y renovada devoción envolvió ayer a la cofradía de Hermandad de la Esperanza de Triana en Sevilla, durante la solemne función de la Misión que, además, conmemoró el LXXV aniversario del dogma de la Asunción de María. Presidida por José Ángel Saiz Meneses, Arzobispo de Sevilla, la celebración tuvo lugar a las 11:00 horas en la Catedral de Sevilla, y marcó un momento señalado en el calendario de la corporación trianera.
La Hermandad, que hunde sus raíces en el año 1418, cuando se constituyó una hermandad de luz bajo el título de la Esperanza en la Real Parroquia de Señora Santa Ana y vinculada al gremio de los ceramistas, no sólo reafirmó su legado histórico, sino que proyectó también su misión evangelizadora en la ciudad.













En su homilía el Arzobispo puso de relieve cómo la Virgen María, en su Asunción, encarna la Esperanza que la hermandad venerada en Triana representa para su barrio y para la ciudad entera. Hizo hincapié en la necesidad de renovar esa esperanza a través de la caridad, la participación, el servicio al prójimo y la vivencia de fe comunitaria.

















Este acto se inscribe en un contexto mayor, pues forma parte de la denominada «Misión de la Esperanza», impulsada por la Hermandad para el otoño de 2025, que ha tenido como escenario, entre otros, el Polígono Sur y el barrio de las Tres Mil Viviendas, con finalidad evangelizadora y de acercamiento social.
Ya por la tarde la Virgen de la Esperanza comenzó la salida de vuelta a su templo en torno a las 16:00 horas, entronizada en el paso letífico de la Purísima Concepción de La Algaba, como ha así estuvo durante la celebración de la solemne función. Este paso cuenta con respiraderos en metal plateado, obra de los talleres de Jesús Domínguez, donde fueron realizados en la década de los 60. Destaca la abultada hojarasca que los compone. En el centro de cada uno aparecen tondos en metal dorado con escenas de la vida de la Virgen, entre ellas, la Asunción Gloriosa en cuerpo y alma a los Cielos.
Está iluminado por cuatro esbeltos candelabros de guardabrisas en las esquinas, que suman 36 puntos de luz. Destacan los elegantes cuernos de la abundancia de los que parten los brazos. Son obra de Orfebrería Andaluza (Manuel de los Ríos), de donde salieron a mediados de la década de los 90.
También a este taller sevillano se debe la enorme peana, cuyo labrado va en consonancia con el de los respiraderos. El friso superior simula una nube con querubines.
La Santísima Virgen portó la nueva toca ejecutada por el taller de Manuel Solano, bajo el diseño de Gonzalo Navarro, presidida por un camafeo de concha central que representa la iconografía de la Asunción.
Lució, además, la nueva saya también ejecutada por el taller de Manuel Solano bajo el dibujo de Gonzalo Navarro; el nuevo manto bordado sobre terciopelo verde por Pepi Maya, siguiendo el diseño del hermano Javier Sánchez de los Reyes; y la corona de oro de su coronación por bula pontificia, obra de Juan Borrero y Francisco Fernández, de Orfebrería Triana, en 1984.
En lo referido al exorno floral, el paso fue ricamente exornado con nardos, longui florum, panicum,anturium, pitosporum, flor de cera, hedera, Pitt nigra y falsa pimienta.
Alrededor de las cinco de la tarde la Esperanza llegó al ayuntamiento acompañada por el arzobispo de Sevilla, donde la aguardaban el alcalde, delegado de Fiestas Mayores, delegada del Distrito Casco Antiguo y varios miembros de la corporación municipal.
Dos de las marchas que interpretó la banda de música María Stma. de la Victoria de las Cigarreras, Pasan los Campanilleros y la Salve de Pureza Marinera, fueron cantadas por el coro de Julio Pardo, amenizando el paso por la casa consistorial.
Tras la visita al ayuntamiento, la Virgen de la Esperanza continúo su traslado hacia la capilla de los Marineros, siguiendo un recorrido pleno de significado y tradición. Siguió por Tetuán, Rioja, visita a la Iglesia del Santo Ángel, Plaza de la Magdalena, San Pablo, visita a la parroquia de la Magdalena, Puerta de Triana, Reyes Católicos, Puente de Isabel II, visita a la Hermandad del Carmen en su capilla, Plaza del Altozano, San Jorge, Antillano Campos, Pagés del Corro, San Jacinto, visita a la Hermandad de la Estrella en Rodrigo de Triana, Fabié, Pureza y entrada en la Capilla de los Marineros. El itinerario fue un auténtico recorrido de comunión entre la ciudad, el barrio de Triana y su devoción mariana.
En el Santo Ángel se mezclaron las saetas con los cantes del coro de Triana.


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Finalmente la Esperanza entró en la capilla de los Marines a las doce de la noche, justo un momento antes de que empezara a llover por Triana.
La celebración del LXXV aniversario del dogma de la Asunción y la función en la Catedral fueron, sin duda, dos hitos que vinculan historia, devoción y compromiso en un solo acto. En la silenciosa madrugada en la que la Virgen regresó a su capilla, bañada por el fervor de los trianeros y de toda Sevilla, se selló una página más en la rica historia de la Esperanza de Triana.
Fotos: Fco. Javier Montiel y Juan Alberto García Acevedo.
