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El Señor de las Penas de San Vicente fue el primero en entrar al Palacio Arzobispal. Jesús Luengo Mena.


 Ayer leíamos: "Por primera vez en la historia  un paso entrará en Palacio arzobispal..." referiéndose al Cristo de la Corona. Debo indicar que la Hermandad de las Penas, en su primera época (1875-1882) entraba en Palacio el paso del Nazareno de las Penas (San Vicente).

El motivo era para que el cardenal fray Joaquín Lluch y Garriga, que había sido fraile carmelita, pudiese contemplar la imagen a la cual profesaba gran devoción. Es cosa sabida que el Nazareno de las Penas proviene del antiguo convento carmelita de calle Baños, hoy Conservatorio Superior de Música.

La fundación de la hermandad tuvo sus orígenes en la céntrica parroquia sevillana de San Vicente, en el año 1875, para dar culto a ese Nazareno procedente del extinguido convento del Carmen, imagen que había sido trasladada a la parroquia debido al cierre del convento decretado en 1868 por la Junta Revolucionaria formada tras el derrocamiento de Isabel II.

La imagen del Nazareno, advocado de las Penas, era muy venerada en el convento estando situado en el claustro conventual presidiendo las lecturas de oraciones de los frailes carmelitas. Valga como curiosidad saber que la imagen de Jesús de las Penas es una imagen que no está concebida para procesionar sino que estaba expuesta a la veneración en un retablo u hornacina en el convento carmelita. Por tal motivo lleva tallada la túnica, en color verde, que no se aprecia por ir revestido. Para adaptarlo a imagen procesional y poderle vestir le fue seccionado su brazo derecho, siéndole reparado posteriormente.

Foto: Francisco Santiago










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