Última hora. Estrenos en la indumentaria del sayón del Cerro del Águila
Arte Sacro. El próximo Martes Santo serán sin duda significativos e importantes los estrenos que podremos apreciar en el paso del Santísimo Cristo del Desamparo y Abandono.
A los ya conocidos de la nueva cruz del Señor, obra de Francisco J. Verdugo y Enrique Lobo, y el nuevo barnizado de los candelabros de guardabrisas, obra realizada también en el taller de éste último, se añadirá un llamativo estreno que podremos contemplar en la indumentaria del sayón.
Dicha modificación en la indumentaria del sayón, que señala cada Martes Santo las tinieblas que cubrieron el cielo tras la expiración del Señor, no es más que el punto de partida a un interesante y cuidado proceso de modificación y revisión historicista de las indumentarias de todas las imágenes secundarias que acompañan al Santísimo Cristo en el pasaje evangélico representado en el paso. Una modificación que, en años futuros, vendrá a enriquecer notablemente el valor del mismo añadiendo a la riqueza iconográfica y artística aportada por las propias tallas el detallismo histórico de las indumentarias.
En concreto, el sayón que figura en el paso de misterio representa la figura de un soldado mercenario de probable origen asirio que como muchos otros eran reclutados por los romanos de entre los pueblos enemigos conquistados y sometidos a la dominación del Imperio. Así, la imagen del sayón, que estrena también una nueva peana más apropiada que la anterior, lucirá un pectoral de cuero ornamentado con una cabeza de león y varias aplicaciones de orfebrería (unas trinchas de cuero cuyo objetivo era, en la marcha militar previa a la batalla, chocar entre sí para provocar gran estruendo y asustar al enemigo antes del enfrentamiento), y cuya estructura está basada en los petos griegos, así como además réplicas del armamento propio de este tipo de soldadesca y basadas todas ellas en su diseño en piezas auténticas de la época que han sido realizadas en Barcelona por expertos en la reproducción de armas antiguas: espada o gladius, puñal o pugio, cinturón y muñequera. En definitiva, los complementos y útiles que, como cualquier mercenario, debía llevar como protección para la guerra a la que eran enviados.
El diseño del pectoral es obra de Juan Manuel Miñarro mientras que el de los restantes elementos de orfebrería que lo completan es de los Hermanos Delgado López, habiéndose empleado en la labor de documentación previa obras bibliográficas de referencia tales como “Las armaduras de la época imperial romana” de Robinson Russel o “Las legiones romanas: Armamento” de Silvano Mattesini.
La imagen del sayón permanecerá expuesta en la parroquia de los Dolores desde mañana jueves y hasta el próximo sábado por la tarde para que, antes de ser subida al paso, los hermanos que así lo deseen puedan contemplar la minuciosa y detallista labor realizada en su nueva indumentaria.
Por otro lado, y en esta misma línea de recreación histórica podremos apreciar el estreno de un nuevo cepillo de plumas para el casco del centurión romano al mando de la cuaternia encargada del ajusticiamiento de Jesús que, en nuestro paso de misterio, reconoce la divinidad del Señor tras presenciar su muerte en la Cruz. Así, y de acuerdo con su mayor rango jerárquico respecto de los otros dos romanos que figuran tras el Crucificado, serán plumas rojas en lugar de blancas, aportando así la apropiada simbología histórica del color de las mismas a la correspondiente graduación del militar romano.
En cuanto a los dos soldados romanos citados, también estrenarán en sus cascos nuevas plumas blancas que han sido donadas por dos “armaos” de la Hermandad de la Macarena.
Foto: Eduardo Fdez. López.