La Virgen de la Cabeza pudo visitar a su homónima de Gloria a pesar de la climatología y de los adornos navideños

Daniel García Acevedo. La hermandad sacramental de las Siete Palabras realizó en el día de ayer, 7 de diciembre, un Rosario de la aurora extraordinario con la titular, Ntra. Sra. de la Cabeza, con motivo del cincuentenario de la primera salida procesional.

El rosario matutino fue programado para llegar hasta la iglesia de San Juan de la Palma y celebrar una eucaristía en la capilla de la Virgen de la Cabeza de gloria.

La Cruz de Guía se puso en la calle a las 8,15 horas ya que anteriormente hubo una reunión de los oficiales de la corporación de San Vicente por mor de la climatología.

En el recorrido de ida, la Virgen de la Cabeza visitó las capillas de los Panaderos, en la calle Orfila, y la Divina Pastora, en la calle Amparo, entrando en ambos templos donde fue recibida por los hermanos mayores y juntas de gobierno respectivas.

Al llegar a la calle José Gestoso se vivieron unos momentos de tensión ya que, debido a los carteles de los comercios y a la baja altura de las luces navideñas, los portadores de las andas tuvieron que hacer un trabajo extra, perfectamente mandados por Rufino Madrigal con Pepe Luna en la trasera de las mismas. En el último de los adornos navideños se tuvo de recurrir a la ayuda de la escalera y una escoba para alzar las bombillas.

Ya en San Juan de la Palma, donde había una representación de la Amargura, la Virgen quedó ubicada en la capilla de la Virgen gloriosa, filial de la patrona de Andujar, donde de se celebró la santa misa.

Sobre las 10,35 horas la comitiva emprendió el camino de regreso variando el recorrido por el empeoramiento del tiempo atmosférico. Así, se suprimió la visita a la hermandad de Monte-Sión, aunque la representación de la hermandad acudió a las puertas de San Juan de la Palma para hacerle entrega del ramo de flores previsto. Tampoco llegó a la capilla de la Vera-Cruz, que la recibió en las inmediaciones de la capilla.

La Virgen si visitó a la corporación de la Sagrada Lanzada, ya que se cogió directamente por la calle Viriato, donde fue vuelta a la iglesia de San Martín, hacia la representación de la corporación del Miércoles Santo.

Desde este punto se volvió al itinerario previsto pasando por la parroquia de San Andrés, donde esperaba la representación de la Virgen de Araceli, antes de llegar de nuevo a San Vicente, donde la Virgen tendrá, hoy lunes, el devoto besamanos.

La Virgen de la Cabeza llevaba el manto y saya de la Virgen de los Remedios y por primera vez fue vestida por el joven bordador Pedro Pablo Gallardo.

Acompañó durante todo el recorrido el coro de campanilleros “Nuevo Sábado”.