Las campanas repicaron el 2 de julio. Gloria Gamito. ABC.
Los días 2 son mágicos para la Compañía de la Cruz. El pasado 2 de julio, la Congregación para la Causa de los Santos aprobó el Decreto de Validez de la Causa de Madre María de la Purísima de la Cruz. En la Casa Madre y en los conventos del Instituto, las campanas repicaron al conocer la noticia, para expresar la alegría y el gozo de las Hermanas que tanto quieren a Madre María de la Purísima y saben, ellas que tan expertas son en la materia, lo santa que era.
El proceso diocesano sobre la vida, virtudes y fama de santidad de Madre María de la Purísima de la Cruz se inició el 20 de febrero de 2004, casi al año de la canonización de Santa Ángela en Madrid por el Papa Juan Pablo II.
Se celebró en la parroquia del Sagrario de la Santa Iglesia Catedral, en una solemne ceremonia en la que se constituyó el Tribunal que iba a tomar declaración a los testigos, hermanas de la Cruz, seglares y sacerdotes que conocieron a Madre María de la Purísima.
El sacerdote delegado o juez delegado del proceso fue el canónigo Manuel Benigno García Vázquez, fallecido este año. Es de destacar la rapidez con que se llevó a cabo el proceso diocesano de canonización de Madre María de la Purísima, gracias al esfuerzo del Tribunal y del vicepostulador, Teodoro León Muñoz, ya que se clausuró el 15 de noviembre de 2004, en un tiempo record.
La clausura, presidida por el cardenal de Sevilla, don Carlos Amigo Vallejo, tuvo uno de los momentos más emocionantes cuando tres hermanas de la Cruz cerraron y lacraron tres cajas con todos los documentos del proceso. Dos viajaron a Roma y una de ellas quedó en el Archivo del Arzobispado.
En enero de 2005 tuvo lugar la apertura oficial del Proceso en la Congregación de los Santos. Siguió luego la encuadernación del proceso y el estudio de la validez que realizó una comisión técnica y que el 2 de julio fue aprobado por el Congreso ordinario de la Congregación.
El siguiente paso ha sido pedir el nombramiento de un relator que es el que dirige el trabajo de redacción de la «positio», con todas las referencias bibliográficas sobre Madre María de la Purísima así como una exposición de las virtudes teologales, cardinales y anejas, que son las que practicó por ser hermana de la Cruz: pobreza, obediencia, castidad, humildad, oración y cómo vivió el espíritu de Santa Ángela de la Cruz.