La espina de la rosa. José Cretario. ABC
Uno de los momentos más felices de la reciente historia del Buen Fin fue aquel domingo de pasión del año 95, día del pregón de Juan Foronda. La gente de la cofradía estaba exultante, plena de satisfacción; echaron la tarde entre besamanos, abrazos y alegrías hasta que en la noche una llamada les hundió. Al proceder a su colocación en el paso, el crucificado sufrió un accidente con resultado de roturas varias. Dubé de Luque, presto, solucionó aquello en poco tiempo, pero el susto y la amargura tardaron en marcharse, «Para que te des cuenta -recuerdo que me dijo Foronda- que todas las rosas tienen sus espinas». Es terrible esto de que la historia tenga que repetirse. Al mes justo de la coronación de la Virgen de la Palma, la hermandad descubre que no solo uno de sus miembros ha sufrido un asalto dos días atrás, sino que todo el tesoro de la cofradía ha sido robado. La palma, los regalos de las cofradías, las donaciones de devotos, la medalla de la Ciudad... 48 horas después y a punto de instalar un moderno sistema de seguridad, resulta que el botín era más amplio y más importante del que en principio se denunció. Las espinas de esta rosa si que eran afiladas. En todo momento la policía, sus responsables, han tratado este asunto con una delicadeza digna de agradecimiento y elogio. Las líneas de investigación abiertas en desarrollo de las hipótesis elaboradas sobre el extraño suceso, varias y diversas, no solo una, dicen que seguro van a dar sus frutos de aquí a poco. Pero lo que nadie le quita ya a Carlos Bourrelier y a sus hermanos es la angustia de estos días de Noviembre, los momentos en los que casi no han sabido lo que pensar. El suceso en si ya es pasado. Lo que sirve como zamarreón para el futuro es entender que nadie ni nada está libre de recibir un golpe así. Las hermandades han sido de antiguo entidades confiadas y ahora los tiempos ya no están para la lírica. Hay que prevenir. Quizás así no se repitan las historias de los gozo quebrados. Quizás así las rosas que vengan, que vendrán y muchas, no llegarán, como éstas, cargadas de dolores como espinas.
Chisporroteos.
Uno.- A los vispereños alguien les hizo creer que una de las suyas tenía opciones el pasado lunes en la elección del vía-crucis. Por soñar que no quede. A propósito ¿les llamará Javier Criado a las barricadas en la convivencia de este jueves en el Polígono?
Dos.- En la Catedral los canónigos están divididos. Una parte se muestra favorable a abrir las puertas antes del Domingo de Ramos y la otra no.
Tres.- Para entender la retirada de Alberto Gallardo hay que irse al paso del Cristo del Amor. En efecto, al pelícano.
Cuatro.- ¿Será cierto que en un reciente acto de la Cena el Cardenal fue requerido por Pepe Peregil para que le bendijera una Imagen que tiene en su bar, y Su Eminencia aceptó?
Cinco.- Hoja de ruta: a) Arreglar lo de la Parroquia. b) Trasladar las Imágenes a la Parroquia. c) Pedir ser de penitencia. d) Convertise en vísperas. e) Buscar el hueco. Epílogo: Así sale el sol.
Seis.- Nada más pase la Función de hoy domingo, en el Cachorro empezarán a trabajar para el traslado del Cristo a la antigua capilla. En el Patrocinio, la memoria histórica esta a punto de resucitar.
Siete.- La procesión de la Virgen del Amparo es hoy, segundo domingo de noviembre, como un cometa que escribe en las alturas un telegrama a San Juan de la Palma. Todo pasa. Todo llega. Esta semana tenderá por fin sus manos la Amargura.