Juan Ruiz Cárdenas, hermano mayor de la Esperanza Macarena: «Cuatro años no son suficientes para culminar todo lo que se ha empezado». Fernando Carrasco. ABC Sevilla.
Hoy domingo, los hermanos de la Macarena están llamados a las urnas. El cabildo general de elecciones ratificará a Juan Ruiz Cárdenas al frente de la corporación cuatro años más, en los que quiere culminar una serie de proyectos iniciados en los cuatro anteriores.
-¿Por qué se presenta a la reelección?
-hace cuatro años optamos por la apertura del censo de la Hermandad, incorporando oficiales de junta eficaces e hijos de esos oficiales, de entre 30 y 40 años. Entonces algunos nos tildaron de locos. Después de ese tiempo, se ha visto que estaban capacitados a tenor de lo que hemos emprendido. Por eso me presento a la reelección, para culminar muchas cosas que hay emprendidas y que hay que terminar. Entiendo que una hermandad como la Macarena necesita estabilidad. Cuatro años no son suficientes para finalizar todo lo que hay comenzado.
-Uno de los principales proyectos es el de las obras de remodelación de la basílica, algo que parece parado.
-Tenemos la concesión, por parte del Ministerio de Fomento del anterior Gobierno de la nación, la ayuda del 1 por ciento. Ha cambiado el Gobierno y ahora estamos en la fase en que se nos está pidiendo una serie de documentación, cosa que estamos aportando para la concesión de esta ayuda.
-¿Cree que será factible esa obra?
-La basílica es un edificio de más de 60 años y aunque todas las juntas de gobierno han hecho hincapié en su conservación, hay que modernizar las instalaciones, caso del museo, adaptándolo a las exigencias actuales. Está claro que va a depender de las circunstancias políticas.
-¿Qué espera de estos próximos cuatro años?
-Continuar en la misma línea de apertura, hacer hermandad y plasmar y consolidar la idea de que la junta de gobierno siempre tiene que estar al servicio de los hermanos. Y, por supuesto, seguir con el mensaje de esperanza.
-¿Qué otras metas se pone?
-Aparte de la anterior, conservar el vasto patrimonio heredado de nuestros antepasados e incrementar las ayudas a la obra social, algo en lo que nos volcamos día a día.
-¿Volverá la cofradía a pasar por los callejones?
-La idea de esta junta es la de buscar itinerarios alternativos para contentar a todos. La experiencia de la pasada Madrugada fue tan magnífica que ya han sido muchos hermanos los que quieren que se repita. Hay que consolidar el binomio barrio-hermandad.
-¿Está la Madrugada cogida con alfileres?
-Estamos muy medidos en el tiempo de paso. Lo único que me apena es el sacrificio que tienen que hacer los nazarenos, muchas veces de tres en tres o de cuatro en cuatro. No tenemos más maniobrabilidad. Creo que ahora mismo la Madrugada está bien como está, sobre todo porque no podemos mermar la dignidad del nazareno.
-¿Hay menos gente en la calle ese día?
-Desde la Madrugada de 2000 hay prudencia por parte del sevillano. Lugares que antes casi no se podía pasar ahora se va con tranquilidad. Lo importante es que la Madrugada siga siendo la Madrugada. Las cofradías necesitan público. No podemos permitir que la Madrugada decaiga.
-¿Por qué no pudo ser aquel via crucis Gran Poder-Macarena?
-Fue en un momento determinado. Sevilla, y lo que no es Sevilla, lo anhelaba. Hubo hasta agencias de viajes que llamaban preguntando el día. Pudo ser un caso único, histórico. ¿Por qué no fue? Ésa es la pregunta. Los que tenían que haberlo concedido no lo consideraron oportuno. Podríamos haber optado por hacer algo paralelo las dos hermandades. Pero la fecha era la del Via Crucis de las Hermandades. Yo me quedo con que ni el Señor ni la Virgen lo quisieron.
-Dicen que a partir de ahí se produjo un distanciamiento con el Consejo.
-La vida pasada es mejor no tocarla y hay que mirar hacia adelante. La Hermandad de la Macarena se ha caracterizado siempre por su hospitalidad y sus relaciones con todas las hermandades, al igual que con el Consejo de Cofradías y, personalmente, con su presidente.
-¿Qué es lo que más le preocupa para estos cuatro años?
-Seguir haciendo apostolado y dar el mensaje de esperanza en una sociedad tan agitada. Las hermandades de Sevilla somos Iglesia y nuestra obligación, lejos de adoptar una postura acomodaticia, es predicar el Evangelio.
A vueltas con la Carrera Oficial
-La ampliación de la Carrera Oficial sigue estando de actualidad. ¿Cree que llegará a hacerse?
-Eso es algo que no puedo aventurar porque no está en mis manos ni en las de la Hermandad que presido. Lo que sí puedo decir que no es un tema nuevo y que, cada cierto tiempo, crea un debate en la ciudad.
-Desde la perspectiva de la Macarena, ¿beneficiaría o perjudicaría a la cofradía?
-Si la ampliación es por la Puerta del Príncipe de la catedral, ni lo uno ni lo otro porque mantendríamos el mismo itinerario tanto de ida como de vuelta. En todo caso serían otras las cofradías perjudicadas. Y en eso tenemos que ser solidarios. No olvidemos que todos formamos parte de hermandades y hacemos diariamente hermandad.
-¿Y es partidario de la ampliación?
-Si la ampliación beneficia, primero a mi hermandad, y también a Sevilla, bienvenida sea. Si no es así, expresaría mis quejas. Pero repito que también hay que solidarizarse con el resto de las hermandades y cofradías.