La Divina Enfermera visitó a la Esperanza Macarena en el Año Jubilar

Arte Sacro. El sábado 5 de octubre tuvo lugar la procesión que la hermandad de la Sagrada Lanzada realiza con su titular letífica, Ntra. Sra. de la Esperanza Divina Enfermera, que este año tuvo la particularidad de que se llegó hasta la basílica de la Macarena , por el Año Jubilar Macareno.

Tras la eucaristía de 18 horas, presidida por Giovanni Lanzafame, el cortejo se puso en marcha a las 19 horas. Una larga comitiva, con un buen número de cirios, se pudo observar en la procesión, sobre todo en el recorrido de ida.

Hubo representaciones, con estandarte y varas de las hermandades de los Dolores de San José de la Rinconada, San Roque y Trinidad, y en la presidencia estuvieron sus hermanos mayores junto con un representante de la hermandad de las Nieves, del Colegio de Enfermería y de Esther Ortego, delegada de glorias del consejo de cofradías.

 

 

 

En la calle Parras se produjo una gran petalada preparada por el grupo joven de la hermandad. La Virgen lució un manto prestado por la Macarena y con él entró en la basílica para saludar a la Virgen del Rosario, que se encontraba de besamanos y a la Virgen de la Esperanza , en su camarín del altar mayor.

En el atrio esperaba la representación de la hermandad de la Macarena, encabezada por su hermanos mayor, Manuel García. Dentro de la basílica se leyó un documento de agradecimiento por las Indulgencias ganadas y la colaboración prestada por la hermandad de la Madrugá a la del Miércoles Santo.

El recorrido de vuelta también tuvo estampas muy bonitas de ver, ya que se transitó por las estrechas calles Pozo o Amargura, llegando a San Martín sobre las 00,15 horas, donde el rezo de la Salve concluyó esta procesión de gloria.

Abriendo el cortejo estuvo, a la ida, la banda de San Juan Evangelista y desde la Macarena , la banda de las Tres Caídas que, con sus sones trianeros, pusieron la nota del otro lado del puente de la procesión. Tras el paso debutó la banda de música del Carmen de Salteras, ya que no pudo hacerlo la banda de las Cigarreras, por estar tocando tras el palio de la Virgen de la Victoria. La banda saltereña interpretó un gran repertorio y puso el redoble macareno en una jornada teñida del verde esperanza.

 

Fotos: Francisco Santiago.