Y María Auxiliadora Coronada repartió salud por su feligresía

Francisco Santiago. Todos la estábamos esperando como agua de mayo… Es nuestra Esperanza, nuestra Enfermera, nuestra Madre, nuestro libro de fotos que nos recuerda a los familiares que ya no están y a los que no pueden venir… ELLA ES UN TODO.

Este año es algo diferente… me voy uniendo poco a poco más a Ella y ya van cuatro generaciones que la contemplan. Es algo que no se puede contar con palabras sin que afloren las lágrimas.

Y allí estaba de nuevo San Juan Bosco en su Bicentenario, con esa sonrisa que anima a los jóvenes salaesianos a mejorar en sus estudios, los amigos de siempre que componen esta Hermandad, deseos de más que se quedan cortos en el tiempo.

No sé qué tienes que tanto llena. No sé qué esperas y desearía saberlo para contentarte. No hay palabras (reitero) que expliquen lo que es ver a esta Archicofradía en la calle y este año aún más.

¡¡¡Te quiero María!!! Gracias por el trato de favor que siempre me otorgas desde que eres la luz de mi hogar.    

  

Fotos: Francisco Santiago