Volverás. Mª del Amor Rasero Zárraga

“Le hablé de tu partida al tiempo…y el tiempo, se paró.”

Sabíamos que llegaría, pero no queríamos que llegara. Imaginábamos el momento, mas no es lo mismo imaginar a que pasara. Y está ocurriendo, ha llegado el día de tu partida. Del “hasta pronto” - que nunca “adiós” - porque volverás envuelta en luz de nueva Cuaresma.

Se paró el tiempo en San Lorenzo, mientras el cielo con pena lloraba. Se paró el tiempo a tus pies, bajo un manto eterno de luto que arropa el descanso eterno de las almas de los que se fueron. No nos has dejado antes, es algo que desde lo más profundo te agradecemos. Bien sabes, Madre, que ni ellos ni nosotros, por muy lejos que de ti estuviéramos, jamás te olvidaremos. Y créeme, que sedientos de ti esperaremos.

Te dejamos en buenas manos, en manos curanderas de belleza. En manos que cuidaran tu Nombre como si fuéramos nosotros. Madre, seguiremos rezando, que tu ausencia no impedirá seguir con nuestras oraciones. Te echaremos de menos, claro que lo haremos, pero volverás, más hermosa si cabe.

Volverás, porque ante ti siempre surge la luz de entre las tinieblas. Esa luz, que te regalan los que te amamos sin medida cada día; la luz de tu Hijo, que nos enseña cómo caminar ante las bofetadas que nos da la vida; la luz del Mayor Dolor de tu entraña, que nos cuida y arropa sin pedir nada.

Se paró el tiempo, Dulce Madre mía. Hasta entonces, hasta que regreses, tu Nombre estará grabado a fuego en mi piel. Porque Tú, hermoso rostro inmaculado y eterno: volverás.

A la Virgen del Dulce Nombre.

A mi Hermandad de la Bofetá.

María del Amor Rasero Zárraga

Foto: Francisco Santiago.