Arte Sacro
  • Noticias de Sevilla en Tiempo de Pascua
  • domingo, 28 de abril de 2024
  • faltan 350 días para el Domingo de Ramos

Anhelos de tu Dulce Nombre. María del Amor Rasero Zárraga


“No habrá hombre que no te alabe,

ante tan grandiosa belleza.”

Anhelo tu sombra, tu perfil. Te echo de menos de principio a fin. Desde el nacer de tus cabellos hasta la punta de tus dedos. Anhelo tu Nombre, la Dulzura de tu mirada y de tus labios. Extraño tu presencia…y me duele el corazón, ¡Oh, Señora, cuánto me hace sufrir tu ausencia!

Dibujo tu rostro en mi mente cada día con el carboncillo de los sueños. Pienso en ti, cada mañana, incluso antes de abrir los ojos y enfrentarme a la vida. Sé que estás conmigo, aunque no te vea, porque te siento dentro de mí en todo momento. Pero el tiempo pasa…y empiezo a sentirte lejos.

Te imagino, igual que el día que nos despedimos. Dicen que volverás, tan radiante como“ayer”. No puedo evitar emocionarme, no sé si quiera que haré cuando te tenga delante. Sólo te pido que vuelvas, como el amante que añora a su amada. Para quererte, para seguir enamorada.

Cuento los días, aun sin saber cuándo será nuestro reencuentro. Tacho las noches en mi corazón con un “Ave María”. Seco mis lágrimas, pensando cómo será volver a verte. Te sueño tan intensamente, que a veces creo que estás aquí. Cruzo la Plaza, sedienta de tu amor. Pero no te alcanzo, no lo hago.

Te anhelo, te busco. Incluso te siento. Pero no…no estás.

Vuelve, Madre mía. Vuelve y déjame llenarme de ti. Abre tus manos y muéstrame el camino con la misma Dulzura que, antes de tu partida, me brindabas con cariño. Que tu llanto me sirva de guía para aprender, que tu pañuelo seque mis lamentos, que tu amor cobije mis alegrías…que tu Nombre sea el pilar donde me aferre. Y que, Tú, celestial princesa, seas de nuevo la flor más bella que haya brotado dentro de nosotros.

Ven. No tardes.

Aquí está tu lugar.

Estamos preparados.

Sé que no nos harás esperar más. Hemos recibido a Febrero con los brazos abiertos. Él, nos llevará de nuevo a ti. Envuelta en aires de Cuaresma, todo regresará a su lugar. Volverás, a tu Capilla, como nosotros volveremos a postrarnos ante ti.

“Por eso, vuelve.

Porque no soy nadie sin ti.

Siento anhelos de tu Dulce Nombre

Y Tú, no… ¡no estás aquí!”

 

A María Santísima del Dulce Nombre.

A mis hermanos.

Foto: Juan Alberto García Acevedo.










Utilizamos cookies para realizar medición de la navegación de los usuarios. Si continuas navegando, consideramos que aceptas su uso.