¿Se ha suprimido el Lavabo en las misas? Delegación Diocesana de Liturgia.
Arte Sacro. Es frecuente ir a iglesias a celebrar misa y que el sacristán te pregunte si vas a utilizar, o no, el Lavabo al final del ofertorio. Este rito no se ha suprimido. Su origen es higiénico pues es normal que el sacerdote si ha habido ofrendas y él las ha manejado personalmente, se lave las manos por respeto a la Eucaristía y a los fieles que han de comulgar. Después se ha acompañado de un verso del salmo 50: «Lávame más y más de mi maldad y límpiame mi pecado».
Es una de las oraciones llamadas apologías y que el Misal indica que el sacerdote diga en secreto para animar su piedad personal en la celebración de la Misa, dada la grandeza de los misterios que está celebrando, siendo él un hombre débil como los demás. Pero la ausencia de acólitos o monaguillos que ayuden a Misa ha influido en que haya desaparecido en muchas celebraciones.
En cualquier caso nadie ha suprimido ese rito y debe seguir haciéndose de la manera más digna posible que, desde luego, pasa por que haya acólitos en la celebración según las normas del Misal Romano.
Escrito elaborado por la Delegación Diocesana de Liturgia