La Naturaleza de Dios II. (Pensamiento antiguo). Javier Ramos Sáez

Empezaré hablando acerca de Dios desde un sentido cronológico, aunque en algunos casos me pudiera ser imposible, discúlpeme. Estamos en el siglo IV a.C. en la polis ateniense donde la ciudad cobijó al más insigne pensador de la humanidad. Su nombre: Aristocles de Atenas, más conocido como Platón “el de anchas espaldas.” Platón tiene grandes influencias de los pensadores presocráticos del siglo V a.C., en especial en Parménides.

Platón en sus Diálogos nos habla de la naturaleza de Dios desde una nueva perspectiva en su tiempo. Ya no se busca la existencia de Dios en la naturaleza, ni se identifica el arché o principio de todas las cosas con los elementos de la Tierra. Dios tiene presencia por primera vez desde una perspectiva ética en la historia del pensamiento occidental.

Como ya sabemos, Platón divide la realidad en dos planos: el sensible o esthético y el inteligible. Dios lo identifica con la Idea , con la unidad primera que es inmutable, como diría Parménides. Los atributos de la Idea son la Bondad , la Justicia y el Bien principalmente. Son conceptos propios de la inteligibilidad del hombre. Son conceptos psicológicos. Dios tiene presencia en nuestra razón o logos. Cuanto más nos acerquemos a la Idea o la idea de Bien más perfectos somos porque estaremos más cerca de la iluminación divina. Ser el más sabio tiene su recompensa divina.

Su discípulo, Aristóteles, será referencia del pensamiento cristiano en toda la Edad Media. Sus tratados dominarán el pensamiento de los siglos oscuros. También del platonismo habrá una extensa exégesis que dará lugar al gnosticismo, una mezcla entre cristianismo y filosofía consistente en explicar filosóficamente los misterios de la pasión de Cristo. La gnosis cristiana dará lugar al neoplatonismo y al pensamiento moderno.

Aristóteles partió más del sentido común y concibe a Dios por primera vez y no a un ente con atributos perfectos. En este pensador, más realista que Platón,  concibe el pensar de Dios como el pensamiento del pensamiento y es causa eficiente. Este concepto de causa eficiente viene dada por la controversia que suscitó en Aristóteles buscar el principio o causa del paso de la potencialidad a la actualización. Dios es acto puro, motor inmóvil que providencia el mundo desde su res infinita. La potencia es un llegar a ser y el acto es lo que ya está dado. A ese cambio se le quiere dar una causa de su cambio y esa causa es la divinidad. Así que Dios es el centro del movimiento del mundo.

Ya en la época helenística nacen autores que ven otra forma distinta de definir a Dios. En el epicureismo, Epicuro  niega lo suprasensible, sólo se basa en lo sensible. Dios no tiene cabida en el mundo del hombre ya que si está en las lejanías de su omnipotencia y de su perfección no puede turbar la ocupación en el hombre en el mundo.

Otra corriente ideológica muy afín al epicureismo es el estoicismo fundado por Zenón de Citio. Ve una teología fundida en la naturaleza y en el materialismo. Asumir la felicidad del hombre es vivir conforme a la naturaleza y asumir la perfección del orden universal perfecto de las cosas.

También se da el escepticismo de Pirrón de Elis en el que la renuncia al conocimiento es la renuncia de buscar a Dios y así nos evita las penalidades humanas. Evita toda clase de dogmatismos.

Ahora nos adentraremos en la teología cristiana en sí constituida en la Edad Media entre los siglos IV y XIV d.C.

31/01/2006- La Naturaleza de Dios (Introducción). Javier Ramos Sáez