Miguel Castillejo, nuevo académico de honor de la Sevillana de Buenas Letras. Andrés González-Barba
El ex presidente de CajaSur, Miguel Castillejo, ingresó ayer en la Real Academia Sevillana de Buenas Letras donde tomó posesión de su plaza como académico de honor. Su discurso de ingreso se centró en el tema «San Hermenegildo, rey santo de Sevilla: hagiografía poética de Góngora». La contestación corrió a cargo del también académico Manuel Clavero Arévalo.
En su intervención este sacerdote agradeció que la Real Academia Sevillana de Buenas Letras reconociera la intensa labor cultural que lleva realizando durante tantos años la Obra Social y Cultural de CajaSur. Asimismo, se congratuló de ser académico de honor de una academia en donde tiene el mismo rango el cardenal-arzobispo de Sevilla, Carlos Amigo Vallejo.
El discurso de Castillejo partió de una fecha clave que reseñar: el año 1590, momento en el que se realizaron en Sevilla unas justas poéticas en las que participó el cordobés Luis de Góngora, y que conmemoraban unos actos de celebración de la canonización de San Hermenegildo. Dicha canonización fue en 1585, año en que Felipe II le pidió al Papa Sixto V que el santo mártir fuera elevado a los altares.
En esas justas poéticas de 1590 un por entonces joven Luis de Góngora y Argote, que apenas contaba con 29 años de edad, escribió esta canción italianizante dedicada a San Hermenegildo que tenía una clara influencia de la poética del sevillano Fernando de Herrera: «Es éste un bello poema separado en cinco estancias compuesta por versos endecasílabos y heptasílabos al gusto italiano», comenta Castillejo, quien califica este poema como «un texto con una compleja composición rocambolesca típica del barroco». Asimismo, definió estos versos como «una historia bellísima del santo mártir y rey de Sevilla».
En su discurso, este sacerdote puso de relieve que aunque haya obras de Góngora tan conocidas como las «Soledades» y la «Fábula de Polifemo y Galatea», «hay un arsenal muy importante de poemas y romances que tienen el mismo sello, y en concreto, éste que le dedicó a San Hermenegildo llega a la perfección». Además, Castillejo subrayó de estos versos gongorinos que describen «la belleza de Sevilla y la fidelidad de esta ciudad al santo».
En el recorrido biográfico que este nuevo académico de Buenas Letras realizó sobre la figura de San Hermenegildo, resaltó que éste fue ajusticiado por orden de su padre, el rey Leovigildo, pero a pesar de ello «consiguió que su hermano, Recaredo, abdicara del arrianismo en el Concilio de Toledo, a partir de lo cual toda España se convirtió a la religión católica». También destacó el verso de Góngora que dice: «Príncipe mártir cuyas sacras sienes aún no impedidas de real corona, la fiera espada honró del arriano», en el que el poeta cordobés recuerda el hecho de que Recaredo reconociera como monarca a título póstumo a su hermano Hermenegildo.
También Castillejo recordó la intensa labor cultural que ha realizado desde siempre CajaSur, ya que «hemos editado en todos estos años más de 2.000 libros, tanto de literatura, historia, como de ciencias u otras disciplinas». Asimismo, señaló la publicación del libro «La historia de Fernando III el Santo», de Julio Sánchez, que fue Premio Nacional de Historia.
Al finalizar su discurso, Miguel Castillejo fue contestado por el también académico Manuel Clavero Arévalo, quien realizó una semblanza sobre la biografía del ex presidente de CajaSur. En su intervención recordó su dimensión intelectual y su labor teológica y sacerdotal. Asimismo, hizo un recorrido por la labor de Castillejo como presidente de CajaSur.
En su intervención este sacerdote agradeció que la Real Academia Sevillana de Buenas Letras reconociera la intensa labor cultural que lleva realizando durante tantos años la Obra Social y Cultural de CajaSur. Asimismo, se congratuló de ser académico de honor de una academia en donde tiene el mismo rango el cardenal-arzobispo de Sevilla, Carlos Amigo Vallejo.
El discurso de Castillejo partió de una fecha clave que reseñar: el año 1590, momento en el que se realizaron en Sevilla unas justas poéticas en las que participó el cordobés Luis de Góngora, y que conmemoraban unos actos de celebración de la canonización de San Hermenegildo. Dicha canonización fue en 1585, año en que Felipe II le pidió al Papa Sixto V que el santo mártir fuera elevado a los altares.
En esas justas poéticas de 1590 un por entonces joven Luis de Góngora y Argote, que apenas contaba con 29 años de edad, escribió esta canción italianizante dedicada a San Hermenegildo que tenía una clara influencia de la poética del sevillano Fernando de Herrera: «Es éste un bello poema separado en cinco estancias compuesta por versos endecasílabos y heptasílabos al gusto italiano», comenta Castillejo, quien califica este poema como «un texto con una compleja composición rocambolesca típica del barroco». Asimismo, definió estos versos como «una historia bellísima del santo mártir y rey de Sevilla».
En su discurso, este sacerdote puso de relieve que aunque haya obras de Góngora tan conocidas como las «Soledades» y la «Fábula de Polifemo y Galatea», «hay un arsenal muy importante de poemas y romances que tienen el mismo sello, y en concreto, éste que le dedicó a San Hermenegildo llega a la perfección». Además, Castillejo subrayó de estos versos gongorinos que describen «la belleza de Sevilla y la fidelidad de esta ciudad al santo».
En el recorrido biográfico que este nuevo académico de Buenas Letras realizó sobre la figura de San Hermenegildo, resaltó que éste fue ajusticiado por orden de su padre, el rey Leovigildo, pero a pesar de ello «consiguió que su hermano, Recaredo, abdicara del arrianismo en el Concilio de Toledo, a partir de lo cual toda España se convirtió a la religión católica». También destacó el verso de Góngora que dice: «Príncipe mártir cuyas sacras sienes aún no impedidas de real corona, la fiera espada honró del arriano», en el que el poeta cordobés recuerda el hecho de que Recaredo reconociera como monarca a título póstumo a su hermano Hermenegildo.
También Castillejo recordó la intensa labor cultural que ha realizado desde siempre CajaSur, ya que «hemos editado en todos estos años más de 2.000 libros, tanto de literatura, historia, como de ciencias u otras disciplinas». Asimismo, señaló la publicación del libro «La historia de Fernando III el Santo», de Julio Sánchez, que fue Premio Nacional de Historia.
Al finalizar su discurso, Miguel Castillejo fue contestado por el también académico Manuel Clavero Arévalo, quien realizó una semblanza sobre la biografía del ex presidente de CajaSur. En su intervención recordó su dimensión intelectual y su labor teológica y sacerdotal. Asimismo, hizo un recorrido por la labor de Castillejo como presidente de CajaSur.
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