Paseo Lírico por las calles de Sevilla. Juan Manuel Labrador (II)

III. Parque de María Luisa 

Vayámonos con el amor, aquel que el varón descubre con gozo en la mujer al pasear asido de su mano por los secretos pasajes de verde naturaleza del Parque de María Luisa.

Nace un susurro en la fuente
donde brota la alegría.
Con secreta algarabía
pensando llega a la mente
la belleza permanente
de esa mujer andaluza
que por nuestra vida cruza
empujada por la brisa
del Parque de María Luisa
para ser siempre mi musa.

Entre árboles y flores
se descubre la belleza
de esa gran naturaleza
traducida en mil amores.
Hoy se alivian mis dolores
en ese recinto verde
en el que el alma se pierde
cuando pienso en la mujer
que no deja de querer
que en el parque la recuerde.

IV. La Universidad 

Y cerca, muy cerca, Sevilla posee en la calle dedicada al Santo Rey Patrón de la urbe el templo de la sabiduría. Blanco edifico de olor antiguo a tabaco, donde permanecen los recuerdos de guapas cigarreras que por debajo de su belleza escondían hermosas leyendas, como la de esa Carmen recreada por aquel Bizet de muerte tan temprana.

La Universidad Hispalense conmemora sus cinco siglos de historia, y mire usted por donde, la institución acabó regresando, hace cuarenta años, al mismo entorno donde la fundó Maese Rodrigo de Santaella, la actual Puerta de Jerez.

Cinco veces centenaria,
y otras cinco más lo sea,
ya que en ella se recrea
de manera extraordinaria
esa fe universitaria
que del joven es su aliento.
El estudio es alimento
de la condición humana,
pues será para el mañana
su más rotundo sustento.

Fotos: Francisco Santiago