Provincia. La Divina Pastora cautivó el orgullo pastoreño de Cantillana: "De la Cuesta del Reloj a la apoteósica entrada" (y III).

...a capataces y costaleros de la Divina Pastora.

J. A. de la Bandera. Hoy seguimos con el discurrir glorioso de la Divina Pastora de la localidad sevillana de Cantillana, desde uno de los puntos más difíciles para el discurrir del paso como es la llamada "Cuesta del Reloj" hasta desembocar en la entrada exultante de fieles pastoreños despidiendo hasta el próximo 8 de septiembre a la Bendita Pastora de Cantillana.

Finalizado el castillo de fuegos artificiales de la Plaza de la Alameda, el paso argéntea de la Divina Pastora desemboca en la llamada "Cuesta del Reloj" donde, practicamente todo el pueblo de Cantillana pastoreño, acude a la cita, de la subida de la Virgen al punto más álgido de la población.

Inconmensurable trabajo derrochado por el cuerpo de capataces y sus hermanos costaleros para que durante el transcurso de la subida la Divina Pastora, todos sus fieles viendo la gran hazaña aclamen más a esa Reina, vestida de Pastora. En los momentos que la ves subir y vista la inclinación de la cuesta, que más que cuesta parece una rampa ciclísta, hace presagiar lo que va a suceder.

El paso levanta a las órdenes de Manuel Villanueva, y la banda de las Nieves de Olivares a paso ligero hace sonar la marcha ligera, para que suba la Divina Pastora más aún si cabe a los cielos de Cantillana, esfuerzo sublime, sútil y de casta la que utilizan sus hermanos costaleros para subir el mito que se hace realidad todos los años.

Subida tres cuartas partes de la cuesta, la Divina Pastora toma la izquierda alante y la derecha atrás para honrar al azulejo del Cardenal Spínola que cada año la espera y parece que le dice "Pastora está más guapa que nunca".

Una vez realizado el trabajo a la inversa sigue la subida hasta justo debajo de la torre del reloj, donde ya todos los fieles y hermanos que se agolpan delante del paso subiendo junto a Ella, aclaman al cielo con los vitores y son acaloradamente ovacionados el cuerpo de capataces y costaleros.

Tras esto, ya todo el mundo la acompaña por la última calle del recorrido que desembocará en la Parroquia donde el paso tomará la última revirá y con la maestría de Carlos Villanueva llegará al punto donde comenzó está bonita crónica. Ahí queó.

¡¡¡VIVA LA PASTORA DIVINA!!!

Fotos: J. A. de la Bandera.